11
1Abre, Líbano, tus puertas
y que el fuego devore tus cedros.#Jue 9,15; (ver 1 Re 5,13-20); Sal 29,5.
2Gime, ciprés, de dolor,
porque ha caído el cedro
y han sido abatidos los poderosos.
Laméntense, encinas de Basán,
porque han talado
el bosque impenetrable.
3Oigan el lamento de los pastores
porque ha sido arrancado
el esplendor de sus praderas;
Escuchen cómo rugen
los cachorros de león
porque ha sido asolada
la espesura#11,3: la espesura: Lit. la gloria, el orgullo. del Jordán.
Alegoría de los dos pastores
4Así dice el Señor, mi Dios:
— Apacienta estas ovejas destinadas al matadero,#Is 53,7; Jr 12,3; Ez 34. 5las que degüellan impunemente sus compradores mientras dice el que las vende: “Bendito sea el Señor que me ha hecho rico”. Ni sus propios pastores#11,5: los compradores: Probable alusión a los invasores extranjeros.— pastores: En todo este pasaje los términos pastor, pastores se usan para designar a los gobernantes, tanto civiles como religiosos de la comunidad israelita, si bien es difícil precisar de qué gobernantes, en concreto, se trata. se compadecen de ellas. 6Pues bien, tampoco yo tendré compasión de los que habitan esta tierra —oráculo del Señor—; voy a entregar a todos y cada uno a merced de sus vecinos y de sus reyes que devastarán el país sin que yo los libre de sus manos.
7Me puse a apacentar las ovejas que los tratantes#11,7: los tratantes: Así según la versión griega; el texto hebreo dice: las más pobres, las más míseras, lectura manifiestamente oscura. habían destinado al matadero. Así que tomé dos cayados: al uno lo llamé “Gracia” y al otro “Concordia”. Seguí apacentando al rebaño 8y en un solo mes despedí a tres pastores, pues yo no los pude aguantar y ellos#11,8: no los pude aguantar y ellos…: Según esta traducción el texto hablaría de los pastores; pero no faltan quienes piensan que habla de las ovejas, y por tanto habría que traducir: perdí la paciencia con las ovejas y ellas se cansaron de mí. se cansaron de mí. 9Entonces dije:
— No los apacentaré más; la que haya de morir, que muera; la que haya de perecer, que perezca; y las que sobrevivan, que se devoren unas a otras.
10Tomé luego mi cayado “Gracia” y lo quebré en señal de que rompía el pacto sellado con todos los pueblos. 11Quedó, pues, roto el pacto en aquel día y los tratantes#11,11: los tratantes: Ver nota a 11,7. También cabría traducir en ambos casos: los traficantes. de ovejas, que estaban observándome, reconocieron que era el Señor quien hablaba. 12Yo les propuse:
— Si les parece bien, denme mi salario; y si no, déjenlo.
Entonces pesaron lo que me correspondía como salario y me dieron treinta siclos#11,12: treinta siclos: Para la equivalencia actual, ver TABLA DE PESAS, MEDIDAS Y MONEDAS. Treinta siclos de plata era el precio habitual de un esclavo; por tanto, la expresión: buen precio del v. 13 tendría un sentido irónico. de plata.#Mt 27,3.9. 13El Señor, por su parte, me dijo:
— Echa al tesoro#11,13: Echa al tesoro: Así según la versión siriaca —la llamada Peshita—; el texto hebreo dice: dáselo al alfarero; y la versión griega de los LXX dice: échalo al horno de fundición. [del Templo] ese buen precio en que me han valorado.
Tomé los treinta siclos de plata y los eché en el tesoro del Templo del Señor. 14Quebré luego mi segundo cayado de nombre “Concordia”, como señal de que rompía la hermandad entre Judá e Israel.#Ver 1 Re 12,16-33. 15Y el Señor me dijo:
— Toma los aperos de un pastor irresponsable.#Ez 34; Mt 18,12-13; Jn 10,12-13. 16Porque voy a suscitar en este país un pastor que no se preocupará de la oveja descarriada, ni buscará la extraviada, ni curará la que está herida, ni alimentará a la sana; al contrario, comerá la carne de las gordas y les arrancará hasta las pezuñas.
17¡Ay del pastor irresponsable
que abandona el rebaño!
¡Que la espada le cercene el brazo
y le salte el ojo derecho!
¡Que su brazo se seque del todo
y su ojo derecho se apague por completo!
Desde el inicio de los tiempos Dios se comunica con nosotros. Para ello la sagrada Biblia es un vehículo muy poderoso, ya que es la palabra del Señor plasmada en negro sobre blanco. Como ya sabrás, existen varias versiones de las Sagradas Escrituras, hechas en pos de una mejor comprensión de la palabra del Señor. En la versión 'La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional versión hispanoamericana' encontramos que el capítulo 11 del Zacarías se nos muestra de la forma que podemos ver a continuación.
El libro Zacarías de la Biblia tiene 14 capítulos. Y en el capítulo 11 podemos encontrar 17 versículos, en los que Dios nos revela sus enseñanzas y nos indica a través de su inmensa sabiduría, amor y bondad, la forma en la que debemos obrar y acercarnos a Él.
No nos cabe duda de que leyendo el capítulo 11 del libro Zacarías de la versión 'La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional versión hispanoamericana' de la Sagrada Biblia te será fácil comprender como nuestro amado Padre nunca nos deja solos, y que en los textos que dejó para nosotros es posible hallar todas las respuestas que necesitamos. Recuerda que siempre puedes leer el capítulo 11 en alguna de las otras versiones de la Biblia que tenemos para ti, aunque es un ejercicio muy interesante que hayas optado por leer ahora el capítulo 11 de la versión 'La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional versión hispanoamericana' de la Santa Biblia.