<

1 Juan, 3:21

>

1 Juan, 3:21

Queridos hermanos, si nuestro corazón no nos acusa, tenemos confianza delante de Dios


Carísimos, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios


Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios


Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios


Carísimos, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios


Charissimos, ſi nuestro coraçõ no nos reprehende, confiança tenemos en Dios


Queridos hermanos, si nuestro corazón no nos acusa, tenemos confianza delante de Dios


Queridos hermanos, si nuestro corazón no nos acusa, tenemos confianza delante de Dios


Pero si la conciencia no nos acusa, queridos, crece nuestra confianza en Dios


Amados, si nuestro corazón no nos condena, confianza tenemos delante de Dios


Estimados hermanos, si no nos sentimos culpables de estar haciendo lo malo, entonces podremos acercarnos a Dios sin miedo.


Pero si la conciencia no nos acusa, queridos, crece nuestra confianza en Dios


Pero, amados míos, si nuestro corazón no nos acusa, podemos estar confiados ante Dios


Amados, si nuestro corazón no nos condena, confianza tenemos delante de Dios.


Queridos amigos, si no nos sentimos culpables, podemos acercarnos a Dios con plena confianza.


Queridos hermanos, si el corazón no nos condena y tenemos confianza delante de Dios


Amados, cuando el corazón no condene, tenemos confianza ante Dios


Amados, si nuestro corazón no nos reprende, tenemos confianza delante de Dios


Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios


Carísimos, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios


Amados míos, si estamos bien con Dios, podemos presentarnos ante él con toda confianza.


Amados míos, si estamos bien con Dios, podemos presentarnos ante él con toda confianza.


El versiculo 1 Juan, 3:21 de los Textos Sagrados que componen la Biblia consiste en algo que es conveniente tomar continuamente en cuenta con el propósito de reflexionar acerca de él. Acaso deberíamos preguntarnos ¿Qué intentaba decirnos Nuestro Padre que está en los Cielos con el versículo 1 Juan, 3:21? ¿Cuáles son los momentos de nuestra vida cotidiana en que seremos capaces de hacer valer aquello que hemos llegado a saber gracias al versículo 1 Juan, 3:21 de la Santa Biblia?

Discurrir y recapacitar acerca de el versículo 1 Juan, 3:21 nos es de gran ayuda a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a elevar nuestra alma hacia Dios, por ese motivo es bueno recurrir al versículo 1 Juan, 3:21 cada vez que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir de modo que podamos saber en qué forma acturar o para traer el sosiego a nuestro espíritu.