A los tres días de que yo di a luz, también dio a luz esta mujer. Estábamos las dos solas. No había ninguna persona extraña en casa con nosotras; solo estábamos nosotras dos.
Y aconteció al tercer día después que yo parí, que ésta parió también, y morábamos nosotras juntas; ninguno de fuera estaba en casa, sino nosotras dos en la casa.
Aconteció al tercer día después de dar yo a luz, que esta dio a luz también, y morábamos nosotras juntas; ninguno de fuera estaba en casa, sino nosotras dos en la casa.
Aconteció que al tercer día de dar yo a luz, esta dio a luz también, y habitábamos nosotras juntas; ningún extraño estaba en la casa, fuera de nosotras dos.
Y aconteció al tercer día después que yo di a luz, que ésta dio a luz también, y morábamos nosotras juntas; ningún extraño estaba en casa, sino nosotras dos en la casa.
Y acõteció, que àl tercero dia deſpues que yo pari, eſta parió tambien: y morauamos nosotras ambas, que ninguno de fuera eſtaua en caſa, ſi no nosotras dos en vna caſa.
A los tres días de que yo di a luz, también dio a luz esta mujer. Estábamos las dos solas. No había ninguna persona extraña en casa con nosotras; sólo estábamos nosotras dos.
A los tres días de que yo di a luz, también dio a luz esta mujer. Estábamos las dos solas. No había ninguna persona extraña en casa con nosotras; solo estábamos nosotras dos.
y tres días después ella también dio a luz. Estábamos nosotras solas, no había nadie con nosotras en casa: sólo estábamos nosotras dos.
Y sucedió que al tercer día después de dar yo a luz, esta mujer también dio a luz; estábamos juntas, nadie de fuera estaba con nosotras en la casa, solamente nosotras dos.
Tres días después esta mujer también tuvo un bebé. No había nadie más en casa, sólo nosotras dos.
y tres días después ella también dio a luz. Estábamos nosotras solas, no había nadie con nosotras en casa: solo estábamos nosotras dos.
―Señor —comenzó a hablar una de ellas—, nosotras dos vivimos en la misma casa. Yo tuve un hijo, estando esta mujer conmigo. A los tres días, ella también tuvo un hijo.
Y sucedió que al tercer día después de dar yo a luz, esta mujer también dio a luz; estábamos juntas, nadie de fuera estaba con nosotras en la casa, solamente nosotras dos.
Tres días después, ella también tuvo un bebé. Estábamos las dos solas y no había nadie más en la casa.
y a los tres días también ella dio a luz. No había en la casa nadie más que nosotras dos.
Sucedió que tres días después de mi parto, esta mujer también dio a luz. Nosotras vivíamos juntas y ningún extraño estaba con nosotras en la casa. Solo nosotras dos.
Y sucedió que tres días después de mi parto, esta mujer también dio a luz. Las dos estábamos juntas, y nadie de fuera estaba con nosotras en casa; solo nosotras dos estábamos en casa.
Tres días después, y mientras las dos vivíamos juntas, también ella tuvo un hijo. Nadie más estaba en la casa, sino solo nosotras dos.
Y aconteció al tercer día después que yo parí, que ésta parió también, y morábamos nosotras juntas; ninguno de fuera estaba en casa, sino nosotras dos en la casa.
y tres días después, también esta mujer tuvo el suyo. Solo nosotras dos estábamos en la casa.
y tres días después, también esta mujer tuvo el suyo. Solo nosotras dos estábamos en la casa.
El versiculo 1 Reyes, 3:18 de La Biblia es algo que hay que tener constantemente presente para hacer una reflexión sobre él.Probablemente deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué quiso manifestarnos el Señor con el versículo 1 Reyes, 3:18? ¿Cuáles son los momentos de nuestra vida diaria en que seremos capaces de hacer valer lo que aprendemos gracias al versículo 1 Reyes, 3:18 de la Santa Biblia?
El hecho de reflexionar en relación con el versículo 1 Reyes, 3:18 nos ayuda a ser mejores cristianos y a elevar nuestra alma hacia Dios, por eso es útil recurrir al versículo 1 Reyes, 3:18 todas y cada una de las veces que necesitemos una luz que nos guíe y así saber cómo proceder o para traer la tranquilidad a nuestros corazones.