Entonces intervino el rey y ordenó: —Entreguen a aquella mujer el niño vivo. No lo maten, porque ella es su verdadera madre.
Entonces el rey respondió, y dijo: Dad á aquélla el hijo vivo, y no lo matéis: ella es su madre.
Entonces el rey respondió y dijo: Dad a aquella el hijo vivo, y no lo matéis; ella es su madre.
Entonces el rey respondió: —Entregad a aquella el niño vivo, y no lo matéis; ella es su madre.
Entonces el rey respondió, y dijo: Dad a aquella el hijo vivo, y no lo matéis: ella es su madre.
Entonces el Rey respondió, y dixo: Dad a eſta el hijo biuo, y no lo mateys: ella es ſu madre.
Entonces intervino el rey y ordenó: —Entreguen a aquella mujer el niño vivo. No lo maten, porque ella es su verdadera madre.
Entonces intervino el rey y ordenó: —Entreguen a aquella mujer el niño vivo. No lo maten, porque ella es su verdadera madre.
Entonces el rey sentenció: — Denle a aquella mujer el niño vivo y no lo maten, porque esa es su madre.
Entonces el rey respondió y dijo: Dad el niño vivo a la primera mujer, y de ninguna manera lo matéis. Ella es la madre.
Entonces el rey Salomón dijo: —¡No maten al bebé! Dénselo a la primera mujer. Ella es la mamá.
Entonces el rey sentenció: —Denle a aquella mujer el niño vivo y no lo maten, porque esa es su madre.
Entonces el rey dijo: ―Denle el niño a la mujer que lo quiere vivo, porque ella es su madre.
Entonces el rey respondió: «Den el niño vivo a la primera mujer, y de ninguna manera lo maten. Ella es la madre».
Entonces el rey dijo: «No maten al niño; dénselo a la mujer que desea que viva, ¡porque ella es la madre!».
Entonces el rey ordenó: —No lo maten. Entréguenle a la primera el niño que está vivo, pues ella es la madre.
Entonces el rey dijo: ¡Denle a aquélla el niño vivo y no lo maten! Ella es su madre.
El rey respondió diciendo: —Den a aquella el hijo vivo. No lo maten; ella es su madre.
Entonces el rey intervino, y dijo: «Entreguen el niño vivo a esta mujer, que es la verdadera madre.»
Entonces el rey respondió, y dijo: Dad á aquélla el hijo vivo, y no lo matéis: ella es su madre.
Entonces el rey ordenó: —No maten al niño. Entréguenlo a la que no quiere que lo maten. Ella es su verdadera madre.
Entonces el rey ordenó: —No maten al niño. Entréguenlo a la que no quiere que lo maten. Ella es su verdadera madre.
El versiculo 1 Reyes, 3:27 de La Sagrada Biblia consiste en algo que es aconsejable tomar en todo momento en consideración con la finalidad de reflexionar acerca de él.Probablemente sería adecuado preguntarse ¿Qué trataba de decirnos Nuestro Padre que está en los Cielos con el versículo 1 Reyes, 3:27? ¿En qué coyunturas de nuestro día a día podemos poner en práctica aquello que aprendemos gracias al versículo 1 Reyes, 3:27 de La Biblia?
Hacer un análisis profundo en relación con el versículo 1 Reyes, 3:27 es un gran aporte que nos permite a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a acercarnos más a Dios, esa es la cuestión por la cual es útil acudir al versículo 1 Reyes, 3:27 cuando creamos que nos pueda servir de guía de modo que podamos saber en qué forma acturar o para traer el sosiego a nuestros corazones.