11 (10) Entonces Hiram, rey de Tiro, le envió a Salomón una carta en la que le decía: «El Señor te ha hecho rey de los israelitas, porque ama a su pueblo.»
Entonces Hiram rey de Tiro respondió por letras, las que envió á Salomón: Porque Jehová amó á su pueblo, te ha puesto por rey sobre ellos.
Entonces Hiram rey de Tiro respondió por escrito que envió a Salomón: Porque Jehová amó a su pueblo, te ha puesto por rey sobre ellos.
Entonces Hiram, rey de Tiro, respondió en una carta que envió a Salomón: «Porque Jehová amó a su pueblo, te ha puesto por rey sobre ellos.»
Entonces Hiram rey de Tiro respondió por escrito, y lo envió a Salomón: Porque el SEÑOR amó a su pueblo, te ha puesto por rey sobre ellos.
Y Hiram el rey de Tyro respondió por letras, las quales embió à Salomon: Porque Iehoua amó à ſu pueblo, te há pueſto por rey ſobre ellos.
Y añadía: «¡Bendito sea el Señor, el Dios de Israel, que hizo el cielo y la tierra, porque ha concedido al rey David un hijo tan sabio, instruido y prudente, que va a construir un templo al Señor y un
11 (10) Entonces Hiram, rey de Tiro, le envió a Salomón una carta en la que le decía: «El Señor te ha hecho rey de los israelitas, porque ama a su pueblo.»
¡Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que hizo los cielos y la tierra, y que ha dado al rey David un hijo sabio, prudente e inteligente, capaz de edificar un Templo al Señor y un palacio real para sí
Entonces Hiram, rey de Tiro, respondió en una carta que envió a Salomón: Por cuanto el SEÑOR ama a su pueblo, te ha hecho rey sobre ellos.
Hiram, rey de Tiro, le contestó con una carta que decía así: «El SEÑOR te ha hecho rey de Israel porque ama a su pueblo».
¡Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que hizo los cielos y la tierra, y que ha dado al rey David un hijo sabio, prudente e inteligente, capaz de edificar un Templo al Señor y un palacio real para sí
El rey Hiram le contestó al rey Salomón: «¡Es porque el SEÑOR ama a su pueblo, que te ha elegido como su rey!
Hiram, rey de Tiro, respondió en una carta que envió a Salomón: «Por cuanto el SEÑOR ama a Su pueblo, te ha hecho rey sobre ellos».
En respuesta, el rey Hiram le envió a Salomón la siguiente carta: «¡Es porque el SEÑOR ama a su pueblo que te ha hecho rey de los israelitas!
En respuesta, Hiram, rey de Tiro, le envió a Salomón la siguiente carta: «El SEÑOR te ha hecho rey de su pueblo, porque te ama.
Hiram, rey de Tiro, respondió en una carta que envió a Salomón: A causa del amor de YAVé por su pueblo, te designó rey.
Hiram, rey de Tiro, respondió con una carta que envió a Salomón: ¡Porque el SEÑOR ama a su pueblo, te ha hecho rey sobre ellos!
El rey Jirán de Tiro respondió a Salomón por medio de la siguiente carta: «El Señor ama a su pueblo, y por eso te ha puesto como su rey.
Entonces Hiram rey de Tiro respondió por letras, las que envió á Salomón: Porque Jehová amó á su pueblo, te ha puesto por rey sobre ellos.
2-18 (1-17) Por ello le envió este mensaje a Hiram, rey de Tiro: «Yo sé que tú le enviaste madera de cedro a David, mi padre, para que construyera su palacio. Ahora te pido que me ayudes. Voy a constr
2-18 (1-17) Por ello le envió este mensaje a Hiram, rey de Tiro: «Yo sé que tú le enviaste madera de cedro a David, mi padre, para que construyera su palacio. Ahora te pido que me ayudes. Voy a constr
El versiculo 2 Crónicas, 2:11 de los Textos Sagrados que componen la Biblia consiste en algo que es conveniente tomar constantemente en cuenta de manera que podamos meditar acerca de él.Tal vez sería adecuado preguntarse ¿Qué pretendía manifestarnos Nuestro Padre Todopoderoso con el versículo 2 Crónicas, 2:11? ¿Cuáles son los momentos de nuestra vida cotidiana en que podemos recurrir a lo que aprendemos gracias al versículo 2 Crónicas, 2:11 de la Santa Biblia?
El hecho de reflexionar acerca de el versículo 2 Crónicas, 2:11 es un gran aporte que nos permite a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a acercarnos más a Dios, ese es el motivo por el cual es conveniente apoyarse en el versículo 2 Crónicas, 2:11 todas y cada una de las veces que pueda servirnos de guía y así saber cómo actuar o para traer el sosiego a nuestro espíritu.