Cuando Joab se acercó, la mujer le preguntó: —¿Tú eres Joab? —Yo soy Joab —respondió él. Ella dijo: —Escucha las palabras de esta sierva tuya. —Te escucho —contestó él.
Y como él se acercó á ella, dijo la mujer: ¿Eres tú Joab? Y él respondió: Yo soy. Y ella le dijo: Oye las palabras de tu sierva. Y él respondió: Oigo.
Cuando él se acercó a ella, dijo la mujer: ¿Eres tú Joab? Y él respondió: Yo soy. Ella le dijo: Oye las palabras de tu sierva. Y él respondió: Oigo.
Cuando él se acercó a ella, dijo la mujer: —¿Eres tú Joab? —Yo soy —respondió él. —Oye las palabras de tu sierva —le dijo ella. —Te escucho —respondió él.
Y cuando él se acercó a ella, dijo la mujer: ¿Eres tú Joab? Y él respondió: Yo soy. Y ella le dijo: Oye las palabras de tu esclava. Y él respondió: Oigo.
Y como el ſe acercó à ella, dixo la muger: Eres tu Ioab? Y el respondió: Yo ſoy. Y ella ledixo: Oye las palabras de tu sierna. Y el respondió: Oygo.
Cuando Joab se acercó, la mujer le preguntó: —¿Tú eres Joab? —Yo soy Joab —respondió él. Ella dijo: —Escucha las palabras de esta sierva tuya. —Te escucho —contestó él.
Cuando Joab se acercó, la mujer le preguntó: —¿Tú eres Joab? —Yo soy Joab —respondió él. Ella dijo: —Escucha las palabras de esta sierva tuya. —Te escucho —contestó él.
Él se acercó y la mujer le preguntó: — ¿Eres tú Joab? Él respondió: — Sí, yo soy. La mujer le dijo: — Por favor, escucha las palabras de tu sierva. Joab le dijo: — Te escucho.
Y él se acercó a ella, y la mujer dijo: ¿Eres tú Joab? Y él respondió: Yo soy. Entonces ella le dijo: Escucha las palabras de tu sierva. Y él respondió: Escucho.
Cuando Joab fue a hablar con la mujer, esta le preguntó: —¿Es usted Joab? Joab contestó: —Sí, soy yo.
Él se acercó y la mujer le preguntó: —¿Eres tú Joab? Él respondió: —Sí, yo soy. La mujer le dijo: —Por favor, escucha las palabras de tu sierva. Joab le dijo: —Te escucho.
Cuando Joab se le acercó, la mujer le preguntó: ―¿Es usted, Joab? Y él respondió: ―Sí, yo soy. La mujer le dijo: ―Le ruego que escuche lo que tengo que decirle. ―Te escucho —le respondió Joab.
Y él se acercó a ella, y la mujer dijo: «¿Es usted Joab?». «Yo soy», respondió él. Entonces ella le dijo: «Escuche las palabras de su sierva». «Escucho», respondió Joab.
Cuando Joab se acercó, la mujer le preguntó: —¿Es usted Joab? —Sí, soy yo —le respondió. Entonces ella dijo: —Escuche atentamente a su sierva. —Estoy atento —le dijo.
Joab se le acercó. —¿Es usted Joab? —le preguntó la mujer. —Así es. Entonces la mujer le dijo: —Ponga atención a las palabras de esta servidora suya. —Te escucho —respondió Joab.
Cuando él se acercó a ella, la mujer le preguntó: ¿Eres tú Joab? Y le respondió: Yo soy. Y ella le dijo: Escucha las palabras de tu esclava. Y él respondió: Escucho.
Cuando él se acercó a ella, la mujer preguntó: —¿Eres tú Joab? Él respondió: —Sí, yo soy. Ella le dijo: —Escucha las palabras de tu sierva. Él respondió: —Yo escucho.
Cuando Joab se acercó, la mujer le preguntó si en efecto era Joab. Este le respondió que sí, y ella le dijo: «¡Por favor, escucha lo que te voy a decir!» Y él respondió: «Te escucho.»
Y como él se acercó á ella, dijo la mujer: ¿Eres tú Joab? Y él respondió: Yo soy. Y ella le dijo: Oye las palabras de tu sierva. Y él respondió: Oigo.
Cuando Joab se acercó, la mujer le preguntó: —¿Es usted Joab? —Sí, soy yo —le contestó. Entonces ella le dijo: —Escúcheme usted con atención. —Te escucho —dijo Joab.
Cuando Joab se acercó, la mujer le preguntó: —¿Es usted Joab? —Sí, soy yo —le contestó. Entonces ella le dijo: —Escúcheme usted con atención. —Te escucho —dijo Joab.
El versiculo 2 Samuel, 20:17 de La Sagrada Biblia consiste en algo que es preciso tomar continuamente en cuenta con el objetivo de hacer una reflexión sobre él.Quizás deberíamos preguntarnos ¿Qué trataba de decirnos Dios Nuestro Señor con el versículo 2 Samuel, 20:17? ¿En qué momentos de nuestra vida cotidiana seremos capaces de aprovechar aquello que hemos llegado a saber gracias al versículo 2 Samuel, 20:17 de La Biblia?
Hacer un análisis profundo en relación con el versículo 2 Samuel, 20:17 nos supone una ayuda a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a acercarnos más a Dios, esa es la cuestión por la cual es bueno apoyarse en el versículo 2 Samuel, 20:17 siempre que necesitemos una luz que nos guíe de modo que podamos saber en qué forma acturar o para traer paz a nuestros corazones.