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2 Samuel, 20:26

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2 Samuel, 20:26

Irá, del pueblo de Jaír, era también sacerdote de David.


EN el #Sal. 136.5. Jn. 1.1-3. Col. 1.16,17. He. 1.10 y 11.3.principio crió Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba #Jer. 4.23. desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la


e Ira jaireo fue también sacerdote de David.


Ira, el jaireo, fue también sacerdote de David.


e Ira, el jaireo, fue sacerdote de David.


CAPITVLO I.Deſcriueſe el origen y creacion del mundo, es à ſaber, de los cielos, y de la tierra, y de todo loque contienen. De la luz, del tiempo, y orden de los dias, y de las noc


Irá, del pueblo de Jaír, era también sacerdote de David.


Irá, del pueblo de Jaír, era también sacerdote de David.


Irá, de Jaír, también era sacerdote de David.


Ira el jaireo era también un sacerdote de David.


e Ira el yairita era el sacerdote personal de David.


Irá, de Jaír, también era sacerdote de David.


Ira el yairita era el capellán de David.


también Ira el jaireo era sacerdote de David.


e Ira, un descendiente de Jair, era el sacerdote personal de David.


Ira el yairita era sacerdote personal de David.


Ira, el jaireo, era un ministro principal de David.


También Ira el jaireo era sacerdote de David.


También Ira el jaireo era sacerdote de David.


é Ira Jaireo fué un jefe principal cerca de David.


Irá, el del pueblo de Jaír, era sacerdote de David.


Irá, el del pueblo de Jaír, era sacerdote de David.


El versiculo 2 Samuel, 20:26 de La Sagrada Biblia consiste en algo que nos conviene tener siempre presente con el fin de reflexionar sobre él. Acaso deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué pretendía proponernos Dios con el versículo 2 Samuel, 20:26? ¿Cuáles serán las coyunturas de nuestra vida diaria en que seremos capaces de aplicar lo que aprendemos gracias al versículo 2 Samuel, 20:26 de La Biblia?

El hecho de reflexionar en relación con el versículo 2 Samuel, 20:26 es un gran aporte que nos permite a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, esa es la razón por la cual es oportuno servirse del versículo 2 Samuel, 20:26 cada vez que nos pueda servir de guía y así saber qué pasos dar o para traer la serenidad a nuestros corazones y almas.