<

2 Samuel, 22:24

>

2 Samuel, 22:24

Me he conducido ante él sin tacha alguna; me he alejado de la maldad.


Y fuí íntegro para con él, Y guardéme de mi iniquidad.


Fui recto para con él, Y me he guardado de mi maldad


Fui recto para con él, y me he guardado de mi maldad.


Y fui perfecto para con él, y me guardé de mi iniquidad.


Y fue perfecto conel, y guardéme de mi iniquidad.


Me he conducido ante él sin tacha alguna; me he alejado de la maldad.


Me he conducido ante él sin tacha alguna; me he alejado de la maldad.


he sido recto con él y me he apartado del pecado.


También fui íntegro para con Él, y me guardé de mi iniquidad.


He sido siempre honesto con él y me he mantenido apartado del mal.


he sido recto con él y me he apartado del pecado.


He sido íntegro delante de él, y me he cuidado de pecar.


También fui íntegro para con Él, Y me guardé de mi iniquidad.


Soy intachable delante de Dios; me he abstenido del pecado.


He sido íntegro ante él y me he abstenido de pecar.


Fui recto ante Él Y me guardé de mi maldad.


Fui íntegro para con él, y me guardé de mi maldad.


Con él me he conducido rectamente, y me he alejado de la maldad


Y fuí íntegro para con él, Y guardéme de mi iniquidad.


He sido honesto contigo y no he hecho nada malo.


He sido honesto contigo y no he hecho nada malo.


Es conveniente tomar en todo momento en cuenta el versículo 2 Samuel, 22:24 de La Santa Biblia con el objetivo de analizarlo y pensar en torno a él.Tal vez deberíamos preguntarnos ¿Qué pretendía decirnos Dios con el versículo 2 Samuel, 22:24? ¿En qué ocasiones de nuestra vida cotidiana tenemos la oportunidad de hacer valer aquello que hemos llegado a saber gracias al versículo 2 Samuel, 22:24 de La Biblia?

El hecho de reflexionar acerca de el versículo 2 Samuel, 22:24 nos supone una ayuda a ser mejores personas y a elevar nuestra alma hacia Dios, por eso es bueno apoyarse en el versículo 2 Samuel, 22:24 cada vez que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir de modo que podamos saber en qué forma acturar o para traer la serenidad a nuestras almas.