Él es el Dios que me ha vengado y que me ha sometido los pueblos.
El Dios que me ha vengado, Y sujeta los pueblos debajo de mí
El Dios que venga mis agravios, Y sujeta pueblos debajo de mí
El Dios que venga mis agravios y somete pueblos a mis plantas.
El Dios que me ha dado venganzas, y sujeta los pueblos debajo de mí.
El Dios, que me ha dado venganças, y ſujeta los pueblos debaxo de mi.
Él es el Dios que me ha vengado y que me ha sometido los pueblos.
Él es el Dios que me ha vengado y que me ha sometido los pueblos.
el Dios que me da la revancha y me somete los pueblos
el Dios que por mí hace venganza, y hace caer pueblos debajo de mí
Dios castiga a mis enemigos y los pone bajo mi control.
el Dios que me da la revancha y me somete los pueblos
Bendito sea Dios, pues destruye a todos los que se me oponen y me libra de mis enemigos.
El Dios que por mí hace venganza, Y hace caer pueblos debajo de mí
Él es el Dios que da su merecido a los que me dañan; él derriba a las naciones y las pone bajo mi control
Él es el Dios que me vindica, el que pone los pueblos a mis pies.
El ʼEL que ejecuta venganza por mí, Y somete pueblos a mí.
el Dios que ejecuta mi venganza; somete a los pueblos debajo de mí
Es el Dios que vindica mis agravios y somete a las naciones bajo mis pies.
El Dios que me ha vengado, Y sujeta los pueblos debajo de mí
¡Tú me permitiste vengarme de mis enemigos! ¡Tú pusiste a los pueblos bajo mi dominio!
¡Tú me permitiste vengarme de mis enemigos! ¡Tú pusiste a los pueblos bajo mi dominio!
El versiculo 2 Samuel, 22:48 de La Santa Biblia es algo que es aconsejable tomar siempre en consideración con el objetivo de meditar sobre él.Probablemente sería adecuado preguntarse ¿Qué pretendía proponernos Dios Nuestro Señor con el versículo 2 Samuel, 22:48? ¿En qué ocasiones de nuestra vida cotidiana podemos poner en práctica lo que aprendemos gracias al versículo 2 Samuel, 22:48 de la Santa Biblia?
Reflexionar sobre el versículo 2 Samuel, 22:48 nos supone una ayuda a ser mejores cristianos y a elevar nuestra alma hacia Dios, por ese motivo es útil servirse del versículo 2 Samuel, 22:48 en todas aquellas ocasiones en que nos pueda servir de guía para saber cómo actuar o para traer la tranquilidad a nuestros corazones.