<

Ezequiel, 12:8

>

Ezequiel, 12:8

A la mañana siguiente, el Señor se dirigió a mí, y me dijo


Y fué á mi palabra de Jehová por la mañana, diciendo


Y vino a mí palabra de Jehová por la mañana, diciendo


Por la mañana vino a mí palabra de Jehová, diciendo


Y vino Palabra del SEÑOR a mí por la mañana, diciendo


Y fué Palabra de Iehoua à mi por la mañana, diziendo


A la mañana siguiente, el Señor se dirigió a mí, y me dijo


A la mañana siguiente, el Señor se dirigió a mí, y me dijo


Por la mañana el Señor me dirigió la palabra:


Y vino a mí la palabra del SEÑOR por la mañana, diciendo


A la mañana siguiente el SEÑOR me habló


Por la mañana el Señor me dirigió la palabra


A la mañana siguiente me vino este mensaje del SEÑOR


Por la mañana vino a mí la palabra del SEÑOR


A la mañana siguiente, recibí este mensaje del SEÑOR


Por la mañana el SEÑOR me dirigió la palabra


Por la mañana la Palabra de YAVÉ vino a mí


Entonces, por la mañana, vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo


Por la mañana la palabra del Señor vino a mí, y me dijo


Y fué á mi palabra de Jehová por la mañana, diciendo


y al día siguiente Dios me dijo


y al día siguiente Dios me dijo


Es muy recomendable tener siempre presente el versículo Ezequiel, 12:8 de La Biblia de manera que podamos analizarlo y pensar en torno a él.Tal vez deberíamos preguntarnos ¿Qué pretendía proponernos Dios, Creador del Cielo y de la Tierra con el versículo Ezequiel, 12:8? ¿En qué momentos de nuestra vida cotidiana tenemos la oportunidad de recurrir a lo que hemos alcanzado a saber gracias al versículo Ezequiel, 12:8 de La Sagrada Biblia?

Meditar sobre el versículo Ezequiel, 12:8 es un gran aporte que nos permite a ser mejores personas y a acercarnos más a Dios, por ese motivo es bueno acudir al versículo Ezequiel, 12:8 en todas aquellas ocasiones en que nos pueda servir de guía para saber en qué forma acturar o para traer paz a nuestros corazones.