Todo el terreno así reservado, formado por la porción consagrada al Señor más lo que pertenece a la ciudad, formará un cuadrado de doce kilómetros y medio por lado.
Todo el apartado de veinticinco mil cañas por veinticinco mil en cuadro, apartaréis por suerte para el santuario, y para la posesión de la ciudad.
Toda la porción reservada de veinticinco mil cañas por veinticinco mil en cuadro, reservaréis como porción para el santuario, y para la posesión de la ciudad.
Toda la porción reservada en un cuadro de veinticinco mil por veinticinco mil cañas, será la porción que reservaréis para el santuario y como propiedad de la ciudad.
Todo el apartado de veinticinco mil cañas por veinticinco mil en cuadro, apartaréis por suerte para el santuario, y para la posesión de la ciudad.
Toda la apartadura de veynte y cinco mil cañas, y otras veynte y cinco mil en quadro apartareys por fuerte para el sanctuario, y para la poſſeſsion de la Ciudad.
Todo el terreno así reservado, formado por la porción consagrada al Señor más lo que pertenece a la ciudad, formará un cuadrado de doce kilómetros y medio por lado.
Todo el terreno así reservado, formado por la porción consagrada al Señor más lo que pertenece a la ciudad, formará un cuadrado de doce kilómetros y medio por lado.
Así pues, el territorio reservado en su totalidad medirá doce mil quinientos metros de lado. Tendrán que considerar este territorio como algo reservado, incluido lo que pertenece a la ciudad.
Toda la porción será de veinticinco mil codos por veinticinco mil; separaréis la porción sagrada, un cuadrado, junto con la propiedad de la ciudad.
»Toda el área de la reserva será un cuadrado de 12 500 metros por lado. Separarás la reserva sagrada a cada lado de la ciudad.
Así pues, el territorio reservado en su totalidad medirá doce mil quinientos metros de lado. Tendrán que considerar este territorio como algo reservado, incluido lo que pertenece a la ciudad.
La zona entera —incluyendo las tierras exclusivas y tierras de la ciudad— forma un cuadrado de trece kilómetros y ciento veinticinco metros por lado.
Toda la porción será de 25,000 codos (13,125 metros) por 25,000 codos; separarán la porción sagrada, un cuadrado, junto con la propiedad de la ciudad.
Todo este terreno —incluidas las tierras sagradas y la ciudad— forma un cuadrado de trece kilómetros con trescientos metros de lado.
Toda la parcela consagrada, incluso lo que pertenece a la ciudad, formará un cuadrado de doce mil quinientos metros por lado.
Dedicarán toda la parcela reservada de 12,5 kilómetros cuadrados para el Santuario y posesión de la ciudad.
Toda la porción de doce mil quinientos metros por doce mil quinientos es la porción cuadrada que reservarán para el santuario y para posesión de la ciudad.
Toda la porción cuadrada reservada de ocho mil metros por cada lado, la reservarán ustedes como porción para el santuario y como propiedad de la ciudad.
Todo el apartado de veinticinco mil cañas por veinticinco mil en cuadro, apartaréis por suerte para el santuario, y para la posesión de la ciudad.
»La parte consagrada a mí, junto con el terreno de la ciudad, formará un cuadrado de doce kilómetros y medio por lado.
»La parte consagrada a mí, junto con el terreno de la ciudad, formará un cuadrado de doce kilómetros y medio por lado.
El versiculo Ezequiel, 48:20 de los Textos Sagrados que componen la Biblia consiste en algo que nos conviene tomar continuamente en consideración con el fin de analizarlo y pensar en torno a él. ¿Qué quiso manifestarnos Dios Nuestro Señor con el versículo Ezequiel, 48:20? ¿Cuáles son las ocasiones de nuestra vida diaria en que podemos aplicar aquello que hemos alcanzado a saber gracias al versículo Ezequiel, 48:20 de la Santa Biblia?
Reflexionar en relación con el versículo Ezequiel, 48:20 es un gran aporte que nos permite a ser mejores cristianos y a acercarnos más a Dios, esa es la cuestión por la cual es oportuno apoyarse en el versículo Ezequiel, 48:20 cada vez que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir de modo que podamos saber en qué forma acturar o para traer la tranquilidad a nuestras almas.