»La ciudad estará rodeada de una muralla, que medirá dos mil doscientos cincuenta metros por cada uno de sus cuatro lados. En cada lado de la muralla habrá tres puertas, cada una dedicada a una de las
Y á la parte del oriente cuatro mil y quinientas cañas, y tres puertas: la puerta de José, una; la puerta de Benjamín, otra; la puerta de Dan, otra.
Al lado oriental cuatro mil quinientas cañas, y tres puertas: la puerta de José, una; la puerta de Benjamín, otra; la puerta de Dan, otra.
Al lado oriental tendrá cuatro mil quinientas cañas y tres puertas: la puerta de José, la puerta de Benjamín y la puerta de Dan.
Y a la parte del oriente cuatro mil quinientas cañas, y tres puertas: la puerta de José, una; la puerta de Benjamín, otra; la puerta de Dan, otra.
Y à la parte del Oriente, quatro mil y quinientas cañas y tres puertas. La puerta de Ioseph, vna: la puerta de Ben-jamin, otra: la puerta de Dan, otra.
»La ciudad estará rodeada de una muralla, que medirá dos mil doscientos cincuenta metros por cada uno de sus cuatro lados. En cada lado de la muralla habrá tres puertas, cada una dedicada a una de las
»La ciudad estará rodeada de una muralla, que medirá dos mil doscientos cincuenta metros por cada uno de sus cuatro lados. En cada lado de la muralla habrá tres puertas, cada una dedicada a una de las
Por el lado oriental, que medirá dos mil doscientos cincuenta metros, habrá otras tres puertas: puerta de José, puerta de Benjamín y puerta de Dan.
Al lado oriental, cuatro mil quinientos codos, y tres puertas: la puerta de José, una; la puerta de Benjamín, otra; la puerta de Dan, otra.
El muro oriental mide 2250 metros de largo. Las tres puertas de este muro son las de José, Benjamín y Dan.
Por el lado oriental, que medirá dos mil doscientos cincuenta metros, habrá otras tres puertas: puerta de José, puerta de Benjamín y puerta de Dan.
»En el lado este, con su muro de dos kilómetros y trescientos sesenta metros de largo, serán nombradas José, Benjamín y Dan.
Al lado oriental, 4,500 codos (2,363 metros), y tres puertas: la puerta de José, una; la puerta de Benjamín, otra; la puerta de Dan, otra.
En la muralla oriental, que también mide dos kilómetros con cuatrocientos metros de largo, las puertas llevarán el nombre de José, de Benjamín y de Dan.
»Por el este, la ciudad medirá dos mil doscientos cincuenta metros, y tendrá tres puertas: la de José, la de Benjamín y la de Dan.
Por el lado oriental 2,25 kilómetros, y tres puertas: una puerta de José, una de Benjamín, una de Dan.
“El lado oriental tendrá dos mil doscientos cincuenta metros y tres puertas: la puerta de José, la puerta de Benjamín y la puerta de Dan.
Por el lado oriental medirá mil quinientos metros, con tres puertas: la de José, la de Benjamín y la de Dan.
Y á la parte del oriente cuatro mil y quinientas cañas, y tres puertas: la puerta de José, una; la puerta de Benjamín, otra; la puerta de Dan, otra.
»La ciudad será de forma cuadrada, y tendrá dos mil doscientos cincuenta metros por lado. En cada lado habrá tres entradas, y cada una tendrá un portón que llevará el nombre de una de las tribus de Is
»La ciudad será de forma cuadrada, y tendrá dos mil doscientos cincuenta metros por lado. En cada lado habrá tres entradas, y cada una tendrá un portón que llevará el nombre de una de las tribus de Is
Es aconsejable tomar siempre en consideración el versículo Ezequiel, 48:32 de La Biblia con el objetivo de analizarlo y pensar en torno a él. Acaso deberíamos preguntarnos ¿Qué pretendía decirnos Dios Padre con el versículo Ezequiel, 48:32? ¿Cuáles serán las coyunturas de nuestra vida cotidiana en que tenemos la oportunidad de hacer valer aquello que hemos aprendido gracias al versículo Ezequiel, 48:32 de Las Sagradas Escrituras?
Hacer un análisis profundo en torno a lo que se refiere el versículo Ezequiel, 48:32 nos resulta fundamental para llegar a a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a aproximarnos más a Dios, esa es la razón por la cual es oportuno recurrir al versículo Ezequiel, 48:32 todas las veces que pueda servirnos de guía y así saber qué pasos dar o para traer paz a nuestros corazones.