Después les dijo: «Vayan al templo, y profánenlo; y llenen de cadáveres sus atrios.» Ellos salieron y comenzaron a matar gente en la ciudad.
Y díjoles: Contaminad la casa, y henchid los atrios de muertos: salid. Y salieron, é hirieron en la ciudad.
Y les dijo: Contaminad la casa, y llenad los atrios de muertos; salid. Y salieron, y mataron en la ciudad.
Les dijo: «Contaminad la casa, llenad los atrios de muertos y salid.» Y salieron a matar en la ciudad.
Y les dijo: Contaminad la casa, y llenad los atrios de muertos; salid. Y salieron, e hirieron en la ciudad.
Y dixoles, Contaminad la caſa, y henchid los patios de muertos; Salid. Y ſalieron, y hirieron en la ciudad.
Después les dijo: «Vayan al templo, y profánenlo; y llenen de cadáveres sus atrios.» Ellos salieron y comenzaron a matar gente en la ciudad.
Después les dijo: «Vayan al templo, y profánenlo; y llenen de cadáveres sus atrios.» Ellos salieron y comenzaron a matar gente en la ciudad.
Les dijo después: — Profanen el Templo llenando sus atrios de cadáveres. ¡En marcha! Salieron, pues, y empezaron a matar por la ciudad.
Entonces les dijo: Profanad el templo y llenad de muertos los atrios. ¡Salid! Y salieron, y fueron hiriendo por la ciudad.
Luego les dijo: «Profanen el templo con la sangre de estos hombres y llenen el patio de cadáveres. Luego salgan a la ciudad y maten a todos los que no tengan la señal».
Les dijo después: —Profanen el Templo llenando sus atrios de cadáveres. ¡En marcha! Salieron, pues, y empezaron a matar por la ciudad.
Y luego el SEÑOR les dijo: «¡Profanen el templo! ¡Llenen sus atrios con los cuerpos de aquellos que matan! ¡Salgan a matar!». Y ellos salieron por la ciudad e hicieron según les fue ordenado.
Entonces les dijo: «Profanen el templo y llenen de muertos los atrios. ¡Salgan!». Y salieron, y fueron hiriendo por la ciudad.
«¡Contaminen el templo! —mandó el SEÑOR—. Llenen los atrios con cadáveres. ¡Vayan!». Entonces ellos salieron y comenzaron la masacre por toda la ciudad.
Después les dijo: «Salgan y profanen el templo; llenen de cadáveres los atrios». Ellos salieron y comenzaron a matar gente en toda la ciudad.
Y Él les ordenó: Contaminen el Templo y llenen los patios de asesinados. ¡Salgan ya! Y salieron y mataron en la ciudad.
Y les dijo: —¡Contaminen el templo y llenen los atrios con muertos! ¡Salgan! Ellos salieron y comenzaron a matarlos en la ciudad.
Y les dijo: «¡Vamos! ¡Contaminen el templo, llenen los atrios de cadáveres!» Ellos se dirigieron a la ciudad y comenzaron a matar gente.
Y díjoles: Contaminad la casa, y henchid los atrios de muertos: salid. Y salieron, é hirieron en la ciudad.
A los otros hombres les ordenó: «Ustedes, sigan al escritor y maten sin ninguna compasión a cualquiera que no tenga la marca en la frente. No se fijen en la edad ni en el sexo. Comiencen aquí, en el t
A los otros hombres les ordenó: «Ustedes, sigan al escritor y maten sin ninguna compasión a cualquiera que no tenga la marca en la frente. No se fijen en la edad ni en el sexo. Comiencen aquí, en el t
Es conveniente tomar continuamente en consideración el versículo Ezequiel, 9:7 de La Biblia para meditar acerca de él. Acaso deberíamos preguntarnos ¿Qué quiso proponernos Dios Padre con el versículo Ezequiel, 9:7? ¿En qué coyunturas de nuestro día a día podemos poner en práctica lo que hemos llegado a saber gracias al versículo Ezequiel, 9:7 de La Sagrada Biblia?
Reflexionar en torno a lo que se refiere el versículo Ezequiel, 9:7 nos es de gran ayuda a ser mejores personas y a aproximarnos más a Dios, por esa cuestión es útil acudir al versículo Ezequiel, 9:7 siempre que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir para saber en qué forma acturar o para traer la paz a nuestras almas.