Y mientras lo hacían, yo me quedé solo. Entonces me incliné hasta tocar el suelo con la frente, y lleno de dolor grité: «Señor, ¿vas a descargar tu ira sobre Jerusalén hasta destruir lo poco que queda
Y aconteció que, habiéndolos herido, yo quedé y postréme sobre mi rostro, y clamé, y dije: ¡Ah, Señor Jehová! ¿has de destruir todo el resto de Israel derramando tu furor sobre Jerusalem?
Aconteció que cuando ellos iban matando y quedé yo solo, me postré sobre mi rostro, y clamé y dije: ¡Ah, Señor Jehová! ¿destruirás a todo el remanente de Israel derramando tu furor sobre Jerusalén?
Aconteció que cuando ellos iban matando y quedé yo solo, me postré sobre mi rostro, y clamé diciendo: «¡Ah, Señor Jehová!, ¿destruirás a todo el resto de Israel derramando tu furor sobre Jerusalén?»
Y aconteció que, habiéndoles herido, yo quedé, y me postré sobre mi rostro, y clamé, y dije: ¡Ah, Señor DIOS! ¿Has de destruir todo el remanente de Israel derramando tu furor sobre Jerusalén?
Y acontecio, que auiendolos herido, yo quedé, y prostréme ſobre mi rostro, y clamé, y dixe, A, Señor Iehoua, has de destruyr todo el resto de Iſrael derramando tu furor ſobre Ieruſalem?
Y mientras lo hacían, yo me quedé solo. Entonces me incliné hasta tocar el suelo con la frente, y lleno de dolor grité: «Señor, ¿vas a descargar tu ira sobre Jerusalén hasta destruir lo poco que queda
Y mientras lo hacían, yo me quedé solo. Entonces me incliné hasta tocar el suelo con la frente, y lleno de dolor grité: «Señor, ¿vas a descargar tu ira sobre Jerusalén hasta destruir lo poco que queda
Mientras ellos mataban, yo, que me había quedado solo, caí rostro en tierra y dije a gritos: — ¡Ay, Señor mi Dios! ¿Piensas exterminar a todo el resto de Israel, derramando tu cólera sobre Jerusalén?
Y sucedió que mientras herían, quedé yo solo y caí sobre mi rostro; clamé y dije: ¡Ah, Señor DIOS! ¿Destruirás a todo el remanente de Israel derramando tu furor sobre Jerusalén?
Así que cuando mataron a todos, sólo yo quedé. Rápidamente me postré rostro en tierra y dije: «Ay Señor DIOS, ¿vas a destruir lo que queda de Israel al desatar tu ira contra Jerusalén?»
Mientras ellos mataban, yo, que me había quedado solo, caí rostro en tierra y dije a gritos: —¡Ay, Señor mi Dios! ¿Piensas exterminar a todo el resto de Israel, derramando tu cólera sobre Jerusalén?
Mientras ellos estaban cumpliendo sus órdenes, yo estaba solo. Me postré rostro en tierra y exclamé: «¡Oh SEÑOR Dios!, ¿tu furia contra Jerusalén exterminará a todos los que quedan?».
Mientras herían, quedé yo solo y caí sobre mi rostro; clamé y dije: «¡Ah, Señor DIOS! ¿Destruirás a todo el remanente de Israel derramando Tu furor sobre Jerusalén?».
Mientras mataban a la gente, yo me quedé solo. Caí con el rostro en tierra y clamé: —¡Oh SEÑOR Soberano! ¿Acaso tu furia contra Jerusalén destruirá a todos los que queden en Israel?
Y mientras mataban, yo me quedé solo, caí rostro en tierra y grité: «¡Ay, SEÑOR y Dios! ¿Descargarás tu furor sobre Jerusalén y destruirás a todo el resto de Israel?»
Aconteció que yo quedé solo mientras ellos mataban. Me postré sobre mi rostro y clamé: ¡Ah, ʼADONAY YAVÉ! ¿Destruirás a todo el remanente de Israel al derramar todo tu furor sobre Jerusalén?
Y aconteció que mientras los mataban, y yo me quedaba solo, me postré sobre mi rostro y clamé diciendo: —¡Ay, SEÑOR Dios! ¿Vas a destruir todo el remanente de Israel al derramar tu ira sobre Jerusalén
Pero como yo me quedé solo mientras ellos iban matando gente, me incliné sobre mi rostro, y a gran voz clamé: «¡Ay, Señor y Dios! ¿Acaso por tu enojo contra Jerusalén vas a destruir a todo el remanent
Y aconteció que, habiéndolos herido, yo quedé y postréme sobre mi rostro, y clamé, y dije: Ah, Señor Jehová! ¿has de destruir todo el resto de Israel derramando tu furor sobre Jerusalem?
Mientras mataban a la gente, yo me quedé solo. Entonces me arrodillé hasta tocar el suelo con mi frente, y grité: —¡Ay, Dios nuestro! ¿Tan enojado estás contra Jerusalén, que vas a acabar con los isra
Mientras mataban a la gente, yo me quedé solo. Entonces me arrodillé hasta tocar el suelo con mi frente, y grité: —¡Ay, Dios nuestro! ¿Tan enojado estás contra Jerusalén, que vas a acabar con los isra
El versiculo Ezequiel, 9:8 de La Sagrada Biblia consiste en algo que es aconsejable tomar siempre en cuenta a fin de hacer una reflexión sobre él.Probablemente sería acertado cuestionarse ¿Qué trataba de decirnos Dios, Creador del Cielo y de la Tierra con el versículo Ezequiel, 9:8? ¿Cuáles serán las coyunturas de nuestro día a día en que seremos capaces de aplicar aquello que hemos alcanzado a saber gracias al versículo Ezequiel, 9:8 de La Biblia?
Dedicar tiempo a la meditación en relación con el versículo Ezequiel, 9:8 es un gran aporte que nos permite a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a elevar nuestra alma hacia Dios, por esa cuestión es conveniente recurrir al versículo Ezequiel, 9:8 todas las veces que nos pueda servir de guía para saber cómo actuar o para traer paz a nuestros corazones.