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Génesis, 46:26

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Génesis, 46:26

Todas las personas que llegaron con Jacob a Egipto, y que eran de su misma sangre, fueron sesenta y seis, sin contar las esposas de sus hijos.


Todas las personas que vinieron con Jacob á Egipto, procedentes de sus lomos, sin las mujeres de los hijos de Jacob, todas las personas fueron sesenta y seis.


Todas las personas que vinieron con Jacob a Egipto, procedentes de sus lomos, sin las mujeres de los hijos de Jacob, todas las personas fueron sesenta y seis.


Todas las personas que llegaron con Jacob a Egipto, nacidas de él, sin contar las mujeres de los hijos de Jacob, todas ellas fueron sesenta y seis.


Todas las personas que vinieron con Jacob a Egipto, procedente de sus lomos, sin las mujeres de los hijos de Jacob, todas las personas fueron sesenta y seis.


Todas las perſonas que vinieron con Iacob à Egypto, que ſalieron de ſu muslo, ſin las mugeres de los hijos de Iacob, todas las perſonas fueron sesenta y seys.


Todas las personas que llegaron con Jacob a Egipto, y que eran de su misma sangre, fueron sesenta y seis, sin contar las esposas de sus hijos.


Todas las personas que llegaron con Jacob a Egipto, y que eran de su misma sangre, fueron sesenta y seis, sin contar las esposas de sus hijos.


Todos los miembros de la familia de Jacob que llegaron a Egipto —es decir, sus descendientes directos— sumaban en total sesenta y seis personas, sin contar a las mujeres de sus hijos.


Todas las personas de la familia de Jacob, que vinieron a Egipto, descendientes directos suyos, no incluyendo las mujeres de los hijos de Jacob, eran en total sesenta y seis personas.


El número total de descendientes que fueron con Jacob a Egipto era 66. Esta cantidad no incluye a las esposas de sus hijos.


Todos los miembros de la familia de Jacob que llegaron a Egipto —es decir, sus descendientes directos— sumaban en total sesenta y seis personas, sin contar a las mujeres de sus hijos.


De modo que el total de los que fueron a Egipto, de los descendientes directos, sin contar a las esposas de los hijos de Jacob, eran sesenta y seis.


Todas las personas de la familia de Jacob, que vinieron a Egipto, descendientes directos suyos, no incluyendo las mujeres de los hijos de Jacob, eran en total sesenta y seis personas.


Todos los descendientes directos de Jacob que partieron con él a Egipto, sin contar a las esposas de sus hijos, fueron sesenta y seis.


Todos los familiares de Jacob que llegaron a Egipto, y que eran de su misma sangre, fueron sesenta y seis, sin contar a las nueras.


Todas las personas que fueron con Jacob a Egipto, sus descendientes directos, sin contar las esposas de los hijos de Jacob fueron 66.


Todas las personas que fueron con Jacob a Egipto, sus descendientes directos, sin contar las mujeres de los hijos de Jacob, todas las personas fueron sesenta y seis.


Todos los descendientes de Jacob que llegaron a Egipto fueron un total de sesenta y seis personas, sin contar a las mujeres de los hijos de Jacob.


Todas las personas que vinieron con Jacob á Egipto, procedentes de sus lomos, sin las mujeres de los hijos de Jacob, todas las personas fueron sesenta y seis.


A Egipto fueron sesenta y seis descendientes directos de Jacob, sin contar a las esposas de sus hijos.


A Egipto fueron sesenta y seis descendientes directos de Jacob, sin contar a las esposas de sus hijos.


El versiculo Génesis, 46:26 de La Santa Biblia consiste en algo que es preciso tomar continuamente en consideración de manera que podamos meditar sobre él. ¿Qué quiso proponernos el Señor con el versículo Génesis, 46:26? ¿Cuáles son los momentos de nuestra vida cotidiana en que seremos capaces de poner en práctica lo que hemos alcanzado a saber gracias al versículo Génesis, 46:26 de La Sagrada Biblia?

Hacer un análisis profundo acerca de el versículo Génesis, 46:26 nos ayuda a ser mejores cristianos y a acercarnos más a Dios, esa es la cuestión por la cual es oportuno acudir al versículo Génesis, 46:26 siempre que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen para saber en qué forma acturar o para traer la serenidad a nuestras almas.