Entonces Dios dijo: —Yo soy Dios, el Dios de tu padre. No tengas miedo de ir a Egipto, porque allí haré de tus descendientes una gran nación.
Y dijo: Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas de descender á Egipto, porque yo te pondré allí en gran gente.
Y dijo: Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas de descender a Egipto, porque allí yo haré de ti una gran nación.
Entonces Dios dijo: —Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas descender a Egipto, porque allí haré de ti una gran nación.
Y dijo: Yo soy el Dios, el Dios de tu padre; no temas de descender a Egipto, porque yo te pondré allí en gran gente.
Y dixo, Yo ſoy el Dios, el Dios de tu padre, no temas de decendir à Egypto: por que yo te pondré alli en gran gente.
Entonces Dios dijo: —Yo soy Dios, el Dios de tu padre. No tengas miedo de ir a Egipto, porque allí haré de tus descendientes una gran nación.
Entonces Dios dijo: —Yo soy Dios, el Dios de tu padre. No tengas miedo de ir a Egipto, porque allí haré de tus descendientes una gran nación.
— Yo soy Dios, el Dios de tu padre. No temas bajar a Egipto, porque allí haré de ti una gran nación.
Y Él dijo: Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas descender a Egipto, porque allí te haré una gran nación.
Luego Dios dijo: —Yo soy Dios, el Dios de tu papá. No tengas miedo de ir a Egipto, porque allí haré de ti una gran nación.
—Yo soy Dios, el Dios de tu padre. No temas bajar a Egipto, porque allí haré de ti una gran nación.
―Yo soy Dios —dijo la voz—, el Dios de tu padre. No tengas miedo de ir a Egipto, porque allí te haré una nación grande.
Y Él dijo: «Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas descender a Egipto, porque allí te haré una gran nación.
—Yo soy Dios, el Dios de tu padre —dijo la voz—. No tengas temor de descender a Egipto, porque allí haré de tu familia una gran nación.
—Yo soy Dios, el Dios de tu padre —le dijo—. No tengas temor de ir a Egipto, porque allí haré de ti una gran nación.
Entonces le dijo: Yo soy ʼEL, el ʼELOHIM de tu padre. No temas bajar a Egipto, porque allí te convertiré en una gran nación.
Le dijo: —Yo soy Dios, el Dios de tu padre. No temas descender a Egipto, porque allí yo haré de ti una gran nación.
Dios le dijo: «Yo soy Dios, el Dios de tu padre. No tengas miedo de ir a Egipto, porque allí haré de ti una gran nación.
Y dijo: Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas de descender á Egipto, porque yo te pondré allí en gran gente.
Entonces Dios le dijo: «Yo soy el Dios de tu padre. No tengas miedo de ir a Egipto, porque yo voy a ir contigo. Te convertiré en una gran nación, y te haré volver de nuevo a Canaán. Además, cuando mue
Entonces Dios le dijo: «Yo soy el Dios de tu padre. No tengas miedo de ir a Egipto, porque yo voy a ir contigo. Te convertiré en una gran nación, y te haré volver de nuevo a Canaán. Además, cuando mue
Es conveniente tener continuamente presente el versículo Génesis, 46:3 de La Biblia a fin de reflexionar sobre él. ¿Qué quiso decirnos Nuestro Padre Todopoderoso con el versículo Génesis, 46:3? ¿En qué coyunturas de nuestra vida cotidiana podemos hacer valer aquello que hemos aprendido gracias al versículo Génesis, 46:3 de La Biblia?
Hacer un análisis profundo en torno a lo que se refiere el versículo Génesis, 46:3 es un gran aporte que nos permite a ser mejores cristianos y a acercarnos más a Dios, por esa cuestión es conveniente recurrir al versículo Génesis, 46:3 en todas aquellas ocasiones en que necesitemos una luz que nos guíe y así saber qué pasos dar o para traer la serenidad a nuestras almas.