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Isaías, 48:4

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Isaías, 48:4

Como yo sabía que eres tan terca, que eres dura como el hierro e inflexible como el bronce


Porque conozco que eres duro, y nervio de hierro tu cerviz, y tu frente de metal


Por cuanto conozco que eres duro, y barra de hierro tu cerviz, y tu frente de bronce


Por cuanto sé que eres duro, que una barra de hierro es tu cerviz, y tu frente de bronce


Porque conozco que eres duro, y nervio de hierro tu cerviz, y tu frente de bronce


Porque conozco que eres duro, y nieruo de hierro tu ceruiz, y tu frẽte de metal.


Como yo sabía que eres tan terca, que eres dura como el hierro e inflexible como el bronce


Como yo sabía que eres tan terca, que eres dura como el hierro e inflexible como el bronce


Ya sé que eres obstinado, que tienes cerviz de hierro, que tu frente es como el bronce


Por cuanto sé que eres obstinado, que tendón de hierro es tu cerviz y de bronce tu frente


Pues yo sé que eres terco y cabeza dura como el hierro; tu frente dura como el bronce.


Ya sé que eres obstinado, que tienes cerviz de hierro, que tu frente es como el bronce


Yo sabía cuán tercos son. Tienen el cuello tan inflexible como el hierro, tienen la cabeza tan dura como el bronce.


Por cuanto sé que eres obstinado, Que tu cuello es tendón de hierro Y tu frente de bronce


Pues yo sé lo terca y obstinada que eres; tu cuello es tan inflexible como el hierro y tu cabeza es tan dura como el bronce.


Porque yo sabía que eres muy obstinado; que tu cuello es un tendón de hierro, y que tu frente es de bronce.


Porque sé que eres obstinado. Tu nuca es un tendón de hierro y tu frente es de bronce.


Porque sé que eres duro, que tu cuello es como un tendón de hierro, y tu frente de bronce.


Yo sé bien que eres muy necio; que tu cuello es duro como el hierro, y que tu frente parece de bronce.


Porque conozco que eres duro, y nervio de hierro tu cerviz, y tu frente de metal


Como yo sabía que ustedes tienen la cabeza más dura que el hierro y el bronce


Como yo sabía que ustedes tienen la cabeza más dura que el hierro y el bronce


Debemos tener continuamente presente el versículo Isaías, 48:4 de La Sagrada Biblia a fin de analizarlo y pensar sobre él. Acaso deberíamos preguntarnos ¿Qué intentaba decirnos Dios con el versículo Isaías, 48:4? ¿Cuáles son los momentos de nuestro día a día en que tenemos la oportunidad de hacer valer lo que hemos alcanzado a saber gracias al versículo Isaías, 48:4 de la Santa Biblia?

Discurrir y recapacitar acerca de el versículo Isaías, 48:4 nos ayuda a ser mejores personas y a aproximarnos más a Dios, esa es la cuestión por la cual es bueno acudir al versículo Isaías, 48:4 todas las veces que pueda servirnos de guía y así saber qué pasos dar o para traer la paz a nuestros corazones.