Para los malos, en cambio, no hay bienestar. El Señor lo ha dicho.
No hay paz para los malos, dijo Jehová.
«¡No hay paz para los malos!», ha dicho Jehová.
No hay paz para los malos, dijo el SEÑOR.
Para los malos, en cambio, no hay bienestar. El Señor lo ha dicho.
Para los malos, en cambio, no hay bienestar. El Señor lo ha dicho.
No hay paz para el malvado, —dice el Señor—.
No hay paz para los malvados —dice el SEÑOR.
El SEÑOR dice: «No hay paz para los malos».
No hay paz para el malvado, —dice el Señor.
Pero no hay paz para el malvado, dice el SEÑOR.
«No hay paz para los malvados», dice el SEÑOR.
«Pero no hay paz para los malvados», dice el SEÑOR.
«No hay paz para los malvados», dice el SEÑOR.
No hay paz para los perversos, dice YAVé.
El Señor ha dicho: «No hay paz para los malvados».
No hay paz para los malos, dijo Jehová.
En cambio, a los malvados nunca les va bien».
En cambio, a los malvados nunca les va bien».
El versiculo Isaías, 48:22 de La Biblia consiste en algo que es preciso tener constantemente presente de manera que podamos meditar en torno a él. Acaso deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué intentaba proponernos Nuestro Padre Todopoderoso con el versículo Isaías, 48:22? ¿Cuáles son las ocasiones de nuestro día a día en que seremos capaces de aprovechar aquello que hemos aprendido gracias al versículo Isaías, 48:22 de La Sagrada Biblia?
Hacer un análisis profundo en torno a lo que se refiere el versículo Isaías, 48:22 es un gran aporte que nos permite a ser mejores cristianos y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, por esa razón es aconsejable recurrir al versículo Isaías, 48:22 siempre que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir y así saber cómo actuar o para traer paz a nuestro espíritu.