El Señor se dirigió a mí, y me dijo: «Jeremías, ¿qué es lo que ves?» «Veo una rama de almendro» —contesté.
Y la palabra de Jehová fué á mí, diciendo: ¿Qué ves tú, Jeremías? Y dije: Yo veo una vara de almendro.
La palabra de Jehová vino a mí, diciendo: ¿Qué ves tú, Jeremías? Y dije: Veo una vara de almendro.
La palabra de Jehová vino a mí, diciendo: «¿Qué ves tú, Jeremías?» Yo respondí: «Veo una vara de almendro.»
Y la palabra del SEÑOR vino a mí, diciendo: ¿Qué ves tú, Jeremías? Y dije: Yo veo una vara de almendro.
¶ Y la palabra de Iehoua fué á mi diziendo: Que vees tu Ieremias? Y dixe. Yo veo vna vara pressurosa.
El Señor se dirigió a mí, y me dijo: «Jeremías, ¿qué es lo que ves?» «Veo una rama de almendro» —contesté.
El Señor se dirigió a mí, y me dijo: «Jeremías, ¿qué es lo que ves?» «Veo una rama de almendro» —contesté.
El Señor me dirigió la palabra en estos términos: — ¿Qué ves, Jeremías? Respondí: — Veo una rama de almendro.
Vino entonces a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: ¿Qué ves tú, Jeremías? Y yo respondí: Veo una vara de almendro.
Me llegó este mensaje del SEÑOR: «¿Qué ves, Jeremías?» Yo respondí: «Veo una rama de almendro».
El Señor me dirigió la palabra en estos términos: —¿Qué ves, Jeremías? Respondí: —Veo una rama de almendro.
Luego el SEÑOR me dijo: Mira, Jeremías, ¿qué ves? Y yo respondí: Veo una rama de almendro.
Vino entonces a mí la palabra del SEÑOR: «¿Qué ves tú, Jeremías?». «Veo una vara de almendro», respondí.
Después el SEÑOR me dijo: —¡Observa, Jeremías! ¿Qué es lo que ves? —Veo una rama de almendro —contesté.
La palabra del SEÑOR vino a mí, y me dijo: «¿Qué es lo que ves, Jeremías?» «Veo una rama de almendro», respondí.
La Palabra de YAVÉ vino a mí: ¿Qué ves, Jeremías? Y dije: Veo una vara de almendro.
Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: —¿Qué ves, Jeremías? Y respondí: —Veo una vara de almendro.
La palabra del Señor vino a mí, y me dijo: «¿Qué ves tú, Jeremías?» Yo dije: «Veo una vara de almendro.»
Y la palabra de Jehová fué á mí, diciendo: ¿Qué ves tú, Jeremías? Y dije: Yo veo una vara de almendro.
Luego Dios me hizo dos preguntas: —Jeremías, dime, ¿qué ves? Yo le respondí: —Veo la rama de un almendro. Sus frutos son los primeros en madurar. Entonces me dijo: —Tienes razón. Yo soy el primero en
Luego Dios me hizo dos preguntas: —Jeremías, dime, ¿qué ves? Yo le respondí: —Veo la rama de un almendro. Sus frutos son los primeros en madurar. Entonces me dijo: —Tienes razón. Yo soy el primero en
El versiculo Jeremías, 1:11 de los Textos Sagrados que componen la Biblia consiste en algo que debemos tener constantemente presente de tal forma que podamos hacer una reflexión en torno a él.Tal vez deberíamos preguntarnos ¿Qué intentaba decirnos Dios Nuestro Señor con el versículo Jeremías, 1:11? ¿En qué coyunturas de nuestra vida diaria podemos recurrir a aquello que aprendemos gracias al versículo Jeremías, 1:11 de Las Sagradas Escrituras?
Reflexionar acerca de el versículo Jeremías, 1:11 nos resulta fundamental para llegar a a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a elevar nuestra alma hacia Dios, por ese motivo es aconsejable servirse del versículo Jeremías, 1:11 cuando creamos que nos pueda servir de guía para saber qué pasos dar o para traer el sosiego a nuestro espíritu.