El Señor se dirigió a mí por segunda vez: «¿Qué es lo que ves?» —me preguntó. «Veo una olla hirviendo, a punto de derramarse desde el norte» —contesté.
Y fué á mí palabra de Jehová segunda vez, diciendo: ¿Qué ves tú? Y dije: Yo veo una olla que hierve; y su haz está de la parte del aquilón.
Vino a mí la palabra de Jehová por segunda vez, diciendo: ¿Qué ves tú? Y dije: Veo una olla que hierve; y su faz está hacia el norte.
Vino a mí la palabra de Jehová por segunda vez, diciendo: «¿Qué ves tú?» Yo dije: «Veo una olla hirviendo, que se vierte desde el norte.»
Y vino a mí palabra del SEÑOR por segunda vez, diciendo: ¿Qué ves tú? Y dije: Yo veo una olla que hierve; y su faz está de la parte del aquilón.
Y fué à mi palabra de Iehoua segunda vez diziendo: Que vees tu? y dixe: Yo veo vna olla que hierue. Y ſu haz eſtá de la parte del Aquilon.
El Señor se dirigió a mí por segunda vez: «¿Qué es lo que ves?» —me preguntó. «Veo una olla hirviendo, a punto de derramarse desde el norte» —contesté.
El Señor se dirigió a mí por segunda vez: «¿Qué es lo que ves?» —me preguntó. «Veo una olla hirviendo, a punto de derramarse desde el norte» —contesté.
Por segunda vez me dirigió el Señor su palabra en estos términos: — ¿Qué ves? Respondí: — Veo un caldero hirviendo, con sus bordes inclinados del lado del norte.
Por segunda vez vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: ¿Qué ves tú? Y respondí: Veo una olla hirviendo que se vuelca desde el norte.
Me llegó por segunda vez mensaje del SEÑOR, diciendo: «¿Qué ves, Jeremías?» Yo respondí: «Veo una olla rebosante de agua hirviendo que se derrama desde el norte».
Por segunda vez me dirigió el Señor su palabra en estos términos: —¿Qué ves? Respondí: —Veo un caldero hirviendo, con sus bordes inclinados del lado del norte.
Luego me preguntó: ¿Qué ves ahora? Y yo respondí: Veo una vasija de agua hirviendo que se ladea hacia el sur.
Por segunda vez vino a mí la palabra del SEÑOR: «¿Qué ves tú?». «Veo una olla hirviendo que se vuelca desde el norte», respondí.
Después el SEÑOR me habló nuevamente. —¿Qué es lo que ves ahora? —me preguntó. —Veo una olla de agua hirviendo que se derrama desde el norte —contesté.
La palabra del SEÑOR vino a mí por segunda vez, y me dijo: «¿Qué es lo que ves?» «Veo una olla que hierve y se derrama desde el norte», respondí.
La Palabra de YAVÉ vino a mí por segunda vez: ¿Qué ves? Y dije: Miro una olla hirviente volteada desde el norte.
Vino a mí la palabra del SEÑOR por segunda vez, diciendo: —¿Qué ves? Y respondí: —Veo una olla hirviente que se vuelca desde el norte.
Por segunda vez la palabra del Señor vino a mí, y me dijo: «¿Qué es lo que ves?» Y yo dije: «Veo una olla que hierve; y está orientada hacia el norte.»
Y fué á mí palabra de Jehová segunda vez, diciendo: ¿Qué ves tú? Y dije: Yo veo una olla que hierve; y su haz está de la parte del aquilón.
Luego Dios me hizo dos preguntas: —Jeremías, dime, ¿qué ves? Yo le respondí: —Veo la rama de un almendro. Sus frutos son los primeros en madurar. Entonces me dijo: —Tienes razón. Yo soy el primero en
Luego Dios me hizo dos preguntas: —Jeremías, dime, ¿qué ves? Yo le respondí: —Veo la rama de un almendro. Sus frutos son los primeros en madurar. Entonces me dijo: —Tienes razón. Yo soy el primero en
Hay que tomar en todo momento en cuenta el versículo Jeremías, 1:13 de La Biblia con el objetivo de hacer una reflexión sobre él. Acaso deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué pretendía decirnos Dios Nuestro Señor con el versículo Jeremías, 1:13? ¿En qué momentos de nuestra vida diaria podemos poner en práctica aquello que aprendemos gracias al versículo Jeremías, 1:13 de la Santa Biblia?
Reflexionar en torno a lo que se refiere el versículo Jeremías, 1:13 nos supone una ayuda a ser mejores cristianos y a elevar nuestra alma hacia Dios, por ese motivo es conveniente apoyarse en el versículo Jeremías, 1:13 en todas aquellas ocasiones en que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen y así saber qué pasos dar o para traer la serenidad a nuestro espíritu.