»Ningún extraño al sacerdocio podrá comer de lo que es sagrado. »Ni el huésped del sacerdote ni el que trabaje para él podrán comer de lo que es sagrado.
Ningún extraño comerá cosa sagrada; el huésped del sacerdote, ni el jornalero, no comerá cosa sagrada.
Ningún extraño comerá cosa sagrada; el huésped del sacerdote, y el jornalero, no comerán cosa sagrada.
»Ningún extraño comerá de las cosas sagradas. Ni el huésped del sacerdote ni el jornalero comerán cosas sagradas.
¶ Ningún extraño comerá santificación; el huésped del sacerdote, ni el jornalero, no comerá santificación.
¶ Ningun estraño comerá sanctificacion: el huesped del Sacerdote, ni el jornalero, no comerá sanctificacion.
»Ningún extraño al sacerdocio podrá comer de lo que es sagrado. »Ni el huésped del sacerdote ni el que trabaje para él podrán comer de lo que es sagrado.
»Ningún extraño al sacerdocio podrá comer de lo que es sagrado. »Ni el huésped del sacerdote ni el que trabaje para él podrán comer de lo que es sagrado.
Ningún extraño comerá de las ofrendas sagradas: ni el huésped del sacerdote ni el jornalero podrán comerlas.
»Ningún extraño comerá cosa sagrada; ni huésped del sacerdote, ni jornalero comerán cosa sagrada.
Nadie que no sea de la familia sacerdotal debe comer de las ofrendas sagradas.
Ningún extraño comerá de las ofrendas sagradas: ni el huésped del sacerdote ni el jornalero podrán comerlas.
»Nadie que no pertenezca a la familia de un sacerdote podrá comer de las ofrendas sagradas. Por eso, ni los huéspedes o jornaleros de un sacerdote podrán comer de las ofrendas sagradas.
”Ningún extraño comerá cosa sagrada; ni huésped del sacerdote, ni jornalero comerán cosa sagrada.
»A nadie fuera de la familia del sacerdote se le permite comer de las ofrendas sagradas. Ni siquiera los huéspedes ni los obreros contratados en el hogar del sacerdote podrán comerlas.
»Nadie ajeno a la familia sacerdotal comerá de las ofrendas sagradas, ni tampoco comerá de ellas ningún huésped del sacerdote ni su jornalero.
Ningún extraño comerá de lo sagrado. Ni el huésped del sacerdote ni el jornalero podrán comer de lo sagrado.
“‘Ningún extraño podrá comer de lo que es sagrado; ni el huésped del sacerdote ni el asalariado lo podrán comer.
»Nadie ajeno al sacerdocio comerá de las ofrendas sagradas, ni siquiera los huéspedes de los sacerdotes ni sus jornaleros.
Ningún extraño comerá cosa sagrada; el huésped del sacerdote, ni el jornalero, no comerá cosa sagrada.
»De las ofrendas especiales solo podrán comer los sacerdotes, sus familias y sus esclavos. Ningún empleado o invitado de un sacerdote podrá comer de ellas.
»De las ofrendas especiales solo podrán comer los sacerdotes, sus familias y sus esclavos. Ningún empleado o invitado de un sacerdote podrá comer de ellas.
El versiculo Levítico, 22:10 de La Sagrada Biblia consiste en algo que es preciso tomar siempre en consideración con la finalidad de analizarlo y pensar sobre él. Acaso deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué intentaba decirnos Dios, Creador del Cielo y de la Tierra con el versículo Levítico, 22:10? ¿Cuáles son los momentos de nuestra vida cotidiana en que seremos capaces de poner en práctica aquello que hemos alcanzado a saber gracias al versículo Levítico, 22:10 de Las Sagradas Escrituras?
Hacer un análisis profundo acerca de el versículo Levítico, 22:10 nos ayuda a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a acercarnos más a Dios, por eso es bueno apoyarse en el versículo Levítico, 22:10 cada vez que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen y así saber cómo proceder o para traer la tranquilidad a nuestras almas.