Pero Jesús le dijo: —Deja que los hijos coman primero, porque no está bien quitarles el pan a los hijos y dárselo a los perros.
Más Jesús le dijo: Deja primero hartarse los hijos, porque no es bien tomar el pan de los hijos y echarlo á los perrillos.
Pero Jesús le dijo: Deja primero que se sacien los hijos, porque no está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos.
Pero Jesús le dijo: —Deja primero que se sacien los hijos, porque no está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perros.
Más Jesús le dijo: Deja primero saciarse los hijos, porque no es bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos.
Mas IESVS le dixo, Dexa primero hartarſe los hijos: porque no es bien tomar el pan de los hijos y echarlo á los perrillos.
Pero Jesús le dijo: —Deja que los hijos coman primero, porque no está bien quitarles el pan a los hijos y dárselo a los perros.
Pero Jesús le dijo: —Deja que los hijos coman primero, porque no está bien quitarles el pan a los hijos y dárselo a los perros.
Jesús le contestó: — Deja primero que los hijos se sacien, pues no está bien quitarles el pan a los hijos para echárselo a los perros.
Y Él le decía: Deja que primero los hijos se sacien, pues no está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos.
Jesús le dijo: —Primero hay que dejar satisfechos a los hijos, porque no está bien darles el pan de los hijos a los perros.
Jesús le contestó: —Deja primero que los hijos se sacien, pues no está bien quitarles el pan a los hijos para echárselo a los perros.
―Primero se tiene que alimentar a los hijos —le respondió Jesús—. No es correcto que uno le quite el alimento a los hijos y lo eche a los perros.
Y Jesús le decía: «Deja que primero los hijos se sacien, pues no está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos».
Jesús le dijo: —Primero debo alimentar a los hijos, a mi propia familia, los judíos. No está bien tomar la comida de los hijos y arrojársela a los perros.
—Deja que primero se sacien los hijos —replicó Jesús—, porque no está bien quitarles el pan a los hijos y echárselo a los perros.
Pero Jesús le dijo: Deja que los hijos se sacien primero, porque no es bueno tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos.
Pero Jesús le dijo: —Deja primero que se sacien los hijos, porque no es bueno tomar el pan de los hijos y echarlo a los perritos.
pero Jesús le dijo: «Primero deja que los hijos queden satisfechos, porque no está bien quitarles a los hijos su pan y echárselo a los perritos.»
Más Jesús le dijo: Deja primero hartarse los hijos, porque no es bien tomar el pan de los hijos y echarlo á los perrillos.
Pero Jesús le dijo: —Deja que primero coman los hijos, pues no está bien quitarles la comida para echársela a los perros.
Pero Jesús le dijo: —Deja que primero coman los hijos, pues no está bien quitarles la comida para echársela a los perros.
Es preciso tener en todo momento presente el versículo San Marcos, 7:27 de La Biblia de tal forma que podamos analizarlo y pensar en torno a él.Seguramente deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué trataba de proponernos Dios con el versículo San Marcos, 7:27? ¿En qué coyunturas de nuestra vida cotidiana seremos capaces de hacer valer aquello que hemos alcanzado a saber gracias al versículo San Marcos, 7:27 de Las Sagradas Escrituras?
Hacer un análisis profundo en relación con el versículo San Marcos, 7:27 nos supone una ayuda a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a elevar nuestra alma hacia Dios, por eso es aconsejable apoyarse en el versículo San Marcos, 7:27 siempre que nos pueda servir de guía y así saber cómo actuar o para traer la tranquilidad a nuestros corazones.