<

Salmos, 2:3

>

Salmos, 2:3

Y gritan: «¡Vamos a quitarnos sus cadenas! ¡Vamos a librarnos de sus ataduras!»


Rompamos sus coyundas, Y echemos de nosotros sus cuerdas.


Rompamos sus ligaduras, Y echemos de nosotros sus cuerdas.


«Rompamos sus ligaduras y echemos de nosotros sus cuerdas.»


Rompamos sus coyundas, y echemos de nosotros sus cuerdas.


Rompamos ſus coyundas: y echemos de noſotros ſus cuerdas.


Y gritan: «¡Vamos a quitarnos sus cadenas! ¡Vamos a librarnos de sus ataduras!»


Y gritan: «¡Vamos a quitarnos sus cadenas! ¡Vamos a librarnos de sus ataduras!»


“¡Rompamos sus ataduras, desprendámonos de su yugo!”.


¡Rompamos sus cadenas y echemos de nosotros sus cuerdas!


Y dicen: «¡Cortemos las ligaduras que nos imponen y liberémonos de sus ataduras!»


«¡Rompamos sus ataduras, desprendámonos de su yugo!».


«Vamos, rompamos sus cadenas», dicen, «liberémonos de la esclavitud de Dios».


«¡Rompamos Sus cadenas Y echemos de nosotros Sus cuerdas!».


«¡Rompamos las cadenas! —gritan—, ¡y liberémonos de ser esclavos de Dios!».


Y dicen: «¡Hagamos pedazos sus cadenas! ¡Librémonos de su yugo!»


¡Rompamos sus ataduras Y quitemos de nosotros sus cuerdas!


“¡Rompamos sus ataduras! ¡Echemos de nosotros sus cuerdas!”.


«¡Vamos a quitarnos sus cadenas! ¡Vamos a librarnos de sus ataduras!»


Rompamos sus coyundas, Y echemos de nosotros sus cuerdas.


¡Quieren acabar con su poder! ¡Quieren librarse de su dominio!


¡Quieren acabar con su poder! ¡Quieren librarse de su dominio!


Es conveniente tomar constantemente en consideración el versículo Salmos, 2:3 de La Biblia con el propósito de meditar en torno a él.Tal vez sería acertado cuestionarse ¿Qué intentaba proponernos Nuestro Padre que está en los Cielos con el versículo Salmos, 2:3? ¿Cuáles serán las coyunturas de nuestra vida cotidiana en que podemos aprovechar aquello que hemos aprendido gracias al versículo Salmos, 2:3 de La Biblia?

Meditar sobre el versículo Salmos, 2:3 nos ayuda a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, por esa cuestión es oportuno apoyarse en el versículo Salmos, 2:3 todas y cada una de las veces que nos pueda servir de guía para saber en qué forma acturar o para traer la serenidad a nuestros corazones.