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Salmos, 2:6

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Salmos, 2:6

«Ya he consagrado a mi rey sobre Sión, mi monte santo.»


Yo empero he puesto mi rey Sobre Sión, monte de mi santidad.


Pero yo he puesto mi rey Sobre Sion, mi santo monte.


«Yo he puesto mi rey sobre Sión, mi santo monte.»


Y yo envestí mi rey sobre Sion, el monte de mi santidad.


Y yo enuesti mi Rey ſobre Sion el mõte de mi sanctidad.


«Ya he consagrado a mi rey sobre Sión, mi monte santo.»


«Ya he consagrado a mi rey sobre Sión, mi monte santo.»


“He ungido a mi rey en Sión, mi monte santo”.


Pero yo mismo he consagrado a mi Rey sobre Sión, mi santo monte.


«Yo he consagrado a mi rey en Sion, mi monte santo».


«He ungido a mi rey en Sion, mi monte santo».


El SEÑOR declara: «Este es el rey que he elegido. Lo he puesto en el trono de Jerusalén, mi santo monte».


«Pero Yo mismo he consagrado a Mi Rey Sobre Sión, Mi santo monte».


Pues el Señor declara: «He puesto a mi rey elegido en el trono de Jerusalén, en mi monte santo».


«He establecido a mi rey sobre Sión, mi santo monte».


Yo mismo consagré a mi Rey sobre Sion, Mi Montaña Santa.


“¡Yo he instalado a mi rey en Sion, mi monte santo!”.


«Ya he establecido a mi rey sobre el monte Sión, mi lugar santo.»


Yo empero he puesto mi rey Sobre Sión, monte de mi santidad.


Los amenaza diciendo: «Ya elegí al rey que gobernará desde el monte Sión, que es mi montaña santa».


Los amenaza diciendo: «Ya elegí al rey que gobernará desde el monte Sión, que es mi montaña santa».


Es preciso tener continuamente presente el versículo Salmos, 2:6 de La Biblia con el objetivo de hacer una reflexión en torno a él.Tal vez deberíamos preguntarnos ¿Qué intentaba manifestarnos Nuestro Padre que está en los Cielos con el versículo Salmos, 2:6? ¿En qué momentos de nuestra vida diaria tenemos la oportunidad de hacer valer lo que hemos llegado a saber gracias al versículo Salmos, 2:6 de La Biblia?

Meditar sobre el versículo Salmos, 2:6 nos ayuda a ser mejores personas y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, esa es la cuestión por la cual es bueno recurrir al versículo Salmos, 2:6 en todas aquellas ocasiones en que nos pueda servir de guía para saber qué pasos dar o para traer el sosiego a nuestro espíritu.