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Salmos, 2:8

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Salmos, 2:8

Pídeme que te dé las naciones como herencia y hasta el último rincón del mundo en propiedad, y yo te los daré.


Pídeme, y te daré por heredad las gentes, Y por posesión tuya los términos de la tierra.


Pídeme, y te daré por herencia las naciones, Y como posesión tuya los confines de la tierra.


Pídeme, y te daré por herencia las naciones y como posesión tuya los confines de la tierra.


Pídeme, y te daré por heredad los gentiles, y por posesión tuya los términos de la tierra.


Demandame, y yo daré las gentes por tu heredad, y por tu poſſeſsion los cabos de la tierra.


Pídeme que te dé las naciones como herencia y hasta el último rincón del mundo en propiedad, y yo te los daré.


Pídeme que te dé las naciones como herencia y hasta el último rincón del mundo en propiedad, y yo te los daré.


Pídemelo y te daré las naciones en herencia, los confines de la tierra en heredad.


Pídeme, y te daré las naciones como herencia tuya, y como posesión tuya los confines de la tierra.


Sólo tienes que pedirlo, y te daré por herencia las naciones. El mundo entero será de tu propiedad.


Pídemelo y te daré las naciones en herencia, los confines de la tierra en heredad.


Pídeme, y te daré como herencia todas las naciones del mundo. ¡Tuyos serán los confines de la tierra!


Pídeme, y te daré las naciones como herencia Tuya, Y como posesión Tuya los confines de la tierra.


Tan solo pídelo, y te daré como herencia las naciones, toda la tierra como posesión tuya.


Pídeme, y como herencia te entregaré las naciones; ¡tuyos serán los confines de la tierra!


Pídeme y te daré los pueblos en posesión, Y como herencia tuya los confines de la tierra.


Pídeme, y te daré por heredad las naciones, y por posesión tuya los confines de la tierra.


Pídeme que te dé las naciones como herencia, y tuyos serán los confines de la tierra.


Pídeme, y te daré por heredad las gentes, Y por posesión tuya los términos de la tierra.


¡Pídeme lo que quieras! Te daré como herencia las naciones; ¡todo el mundo será tuyo!


¡Pídeme lo que quieras! Te daré como herencia las naciones; ¡todo el mundo será tuyo!


Hay que tomar constantemente en cuenta el versículo Salmos, 2:8 de La Santa Biblia con el objetivo de hacer una reflexión acerca de él.Probablemente sería bueno preguntarse ¿Qué pretendía decirnos el Señor con el versículo Salmos, 2:8? ¿Cuáles son las ocasiones de nuestro día a día en que seremos capaces de poner en práctica aquello que hemos aprendido gracias al versículo Salmos, 2:8 de La Sagrada Biblia?

Dedicar tiempo a la meditación acerca de el versículo Salmos, 2:8 nos ayuda a ser mejores personas y a acercarnos más a Dios, ese es el motivo por el cual es oportuno acudir al versículo Salmos, 2:8 todas las veces que necesitemos una luz que nos guíe de modo que podamos saber en qué forma acturar o para traer el sosiego a nuestras almas.