1-2 (2-3) Señor, Rey mío y Dios mío, escucha mis palabras, atiende a mis gemidos, oye mis súplicas, pues a ti elevo mi oración.
Está atento á la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, Porque a ti oraré.
Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, Porque a ti oraré.
Atiende a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, porque a ti oraré.
Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, porque a ti oraré.
Escucha, ò Iehoua, mis palabras: entiende mi dicho.
Señor, Rey mío y Dios mío, escucha mis palabras, atiende a mis gemidos, oye mis súplicas, pues a ti elevo mi oración.
1-2 (2-3) Señor, Rey mío y Dios mío, escucha mis palabras, atiende a mis gemidos, oye mis súplicas, pues a ti elevo mi oración.
Señor, escucha mis palabras, atiende mi queja
Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, porque es a ti a quien oro.
Mi Rey y Dios, escucha el grito de socorro que a ti suplico.
Rey mío, Dios mío, oye mi grito de socorro, que a ti dirijo mi ruego.
Escucha mis súplicas, rey mío y Dios mío, porque a ti elevo mi plegaria.
Atiende a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, Porque es a Ti a quien oro.
Escucha mi grito de auxilio, mi Rey y mi Dios, porque solo a ti dirijo mi oración.
Escucha mis súplicas, rey mío y Dios mío, porque a ti elevo mi plegaria.
Oye el sonido de mi clamor, Rey mío y ʼELOHIM mío, porque a Ti oro.
Atiende a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, porque a ti oraré.
Mi rey y Dios, presta atención a mi clamor, porque a ti dirijo mi oración.
Está atento á la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, Porque á ti oraré.
1-3 (2-4) Mi rey y mi Dios, escucha con atención mis palabras; toma en cuenta mis súplicas, escucha mi llanto, pues a ti dirijo mi oración. Tan pronto como amanece te presento mis ruegos, y quedo espe
1-3 (2-4) Mi rey y mi Dios, escucha con atención mis palabras; toma en cuenta mis súplicas, escucha mi llanto, pues a ti dirijo mi oración. Tan pronto como amanece te presento mis ruegos, y quedo espe
Deberíamos tomar continuamente en consideración el versículo Salmos, 5:2 de La Sagrada Biblia con el objetivo de meditar sobre él.Probablemente sería acertado cuestionarse ¿Qué intentaba decirnos Nuestro Padre que está en los Cielos con el versículo Salmos, 5:2? ¿En qué ocasiones de nuestro día a día tenemos la oportunidad de hacer valer lo que aprendemos gracias al versículo Salmos, 5:2 de La Sagrada Biblia?
Hacer un análisis profundo en relación con el versículo Salmos, 5:2 nos es de gran ayuda a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a elevar nuestra alma hacia Dios, por esa cuestión es oportuno acudir al versículo Salmos, 5:2 siempre que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen y así saber en qué forma acturar o para traer paz a nuestros corazones y almas.