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Salmos, 77:2

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Salmos, 77:2

2 (3) El día que estoy triste busco al Señor, y sin cesar levanto mis manos en oración por las noches. Mi alma no encuentra consuelo.


Al Señor busqué en el día de mi angustia: Mi mal corría de noche y no cesaba: Mi alma rehusaba consuelo.


Al Señor busqué en el día de mi angustia; Alzaba a él mis manos de noche, sin descanso; Mi alma rehusaba consuelo.


Al Señor busqué en el día de mi angustia; por las noches, sin descanso, alzaba a él mis manos; mi alma rehusaba el consuelo.


Al Señor busqué en el día de mi angustia; mi llaga desangraba de noche y no cesaba; mi alma no quería consuelo.


Mi boz à Dios, y clamé: mi boz à Dios, y el me escuchó.


A Dios clamo con fuerte voz para que él me escuche.


2 (3) El día que estoy triste busco al Señor, y sin cesar levanto mis manos en oración por las noches. Mi alma no encuentra consuelo.


Mi voz alzo a Dios y pido auxilio, mi voz alzo a Dios y él me escucha.


En el día de mi angustia busqué al Señor; en la noche mi mano se extendía sin cansarse; mi alma rehusaba ser consolada.


El día que atravesé por dificultades busqué al SEÑOR. Elevé mis manos en oración toda la noche, sin descanso, pero no recibo consuelo.


Cuando estoy angustiado busco a mi Señor, de noche alzo mis manos sin descanso y no acepto recibir consuelo alguno.


Cuando estoy en medio de grandes problemas, voy ante el SEÑOR. Paso la noche entera orando, alzando mis manos al cielo, suplicando. Para mí no podrá haber gozo hasta que él se manifieste.


En el día de mi angustia busqué al Señor; En la noche mi mano se extendía sin cansarse; Mi alma rehusaba ser consolada.


Cuando estaba en graves dificultades, busqué al Señor. Toda la noche oré con las manos levantadas hacia el cielo, pero mi alma no encontró consuelo.


Cuando estoy angustiado, recurro al Señor; sin cesar elevo mis manos por las noches, pero me niego a recibir consuelo.


En el día de mi angustia busqué a ʼADONAY. A Él levanté mi mano de noche sin descanso. Mi alma rehusaba ser consolada.


Al Señor busco en el día de mi angustia. Sin cesar extiendo a él mis manos en la noche; mi alma rehúsa el consuelo.


Busqué al Señor cuando me vi angustiado; por las noches, sin cesar, a él levanté mis manos; pues mi alma rehusaba ser consolada.


Al Señor busqué en el día de mi angustia: Mi mal corría de noche y no cesaba: Mi alma rehusaba consuelo.


2 (3) En los momentos más difíciles, siempre busco a Dios. Con las manos levantadas me paso la noche orando, aunque ni esto me consuela.


2 (3) En los momentos más difíciles, siempre busco a Dios. Con las manos levantadas me paso la noche orando, aunque ni esto me consuela.


Es aconsejable tomar continuamente en consideración el versículo Salmos, 77:2 de La Santa Biblia de tal forma que podamos analizarlo y pensar acerca de él.Quizás deberíamos preguntarnos ¿Qué pretendía manifestarnos el Señor con el versículo Salmos, 77:2? ¿Cuáles son las ocasiones de nuestra vida cotidiana en que podemos llevar a la práctica lo que aprendemos gracias al versículo Salmos, 77:2 de Las Sagradas Escrituras?

Hacer un análisis profundo acerca de el versículo Salmos, 77:2 nos ayuda a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a acercarnos más a Dios, esa es la cuestión por la cual es conveniente recurrir al versículo Salmos, 77:2 en todas aquellas ocasiones en que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir para saber cómo proceder o para traer la paz a nuestras almas.