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Romanos, 4:8

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Romanos, 4:8

¡Dichoso el hombre a quien el Señor no toma en cuenta su pecado!»


Bienaventurado el varón al cual el Señor no imputó pecado.


Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado.


Bienaventurado el hombre a quien el Señor no culpa de pecado.»


Bienaventurado el varón al cual el Señor no imputó pecado.


Bienauenturado el varon àl qual el Señor no imputó peccado.


¡Dichoso el hombre a quien el Señor no toma en cuenta su pecado!»


¡Dichoso el hombre a quien el Señor no toma en cuenta su pecado!»


¡Dichoso aquel a quien el Señor no le toma en cuenta su pecado!


BIENAVENTURADO EL HOMBRE CUYO PECADO EL SEÑOR NO TOMARá EN CUENTA.


Afortunado el que el Señor aprueba porque no le toma en cuenta sus pecados».


¡Dichoso aquel a quien el Señor no le toma en cuenta su pecado!


Sí, dichosa la persona a quien el Señor no le toma en cuenta los pecados».


BIENAVENTURADO EL HOMBRE CUYO PECADO EL SEÑOR NO TOMARá EN CUENTA».


Sí, qué alegría para aquellos a quienes el SEÑOR les borró el pecado de su cuenta».


¡Dichoso aquel cuyo pecado el Señor no tomará en cuenta!».


Inmensamente feliz el varón de quien el Señor de ningún modo toma en cuenta el pecado.


Bienaventurado el hombre a quien el Señor jamás le tomará en cuenta su pecado.


¡Dichoso aquel a quien el Señor no culpa de pecado!»


Bienaventurado el varón al cual el Señor no imputó pecado.


»¡Qué felices son aquellos a los que Dios perdona de todo lo malo que han hecho!»


»¡Qué felices son aquellos a los que Dios perdona de todo lo malo que han hecho!»


El versiculo Romanos, 4:8 de La Biblia es algo que es muy recomendable tener siempre presente con la finalidad de reflexionar sobre él.Quizás deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué pretendía proponernos Dios Padre con el versículo Romanos, 4:8? ¿Cuáles son los momentos de nuestro día a día en que seremos capaces de aprovechar lo que hemos llegado a saber gracias al versículo Romanos, 4:8 de Las Sagradas Escrituras?

Dedicar tiempo a la meditación sobre el versículo Romanos, 4:8 nos supone una ayuda a ser mejores personas y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, esa es la cuestión por la cual es útil acudir al versículo Romanos, 4:8 en todas aquellas ocasiones en que necesitemos una luz que nos guíe de modo que podamos saber qué pasos dar o para traer el sosiego a nuestro espíritu.