<

Cantares, 7:10

>

Cantares, 7:10

10 (11) Yo soy de mi amado: los impulsos de su amor lo atraen a mí.


Yo soy de mi amado, Y conmigo tiene su contentamiento.


Yo soy de mi amado, Y conmigo tiene su contentamiento.


Yo soy de mi amado, y en mí tiene su contentamiento.


Yo soy de mi amado, y conmigo tiene su contentamiento.


Yo ſoy demi Amado, y conmigo es ſu contentamiento.


tu paladar, como el buen vino que resbala suavemente por los labios y los dientes.


10 (11) Yo soy de mi amado: los impulsos de su amor lo atraen a mí.


Tu paladar es como vino bueno que me baja suavemente, remojando los labios y los dientes.


Yo soy de mi amado, y su deseo tiende hacia mí.


Yo pertenezco a mi amado, ¡y él me desea!


Tu paladar es como vino bueno que me baja suavemente, remojando los labios y los dientes.


Soy de mi amado; ¡su pasión lo atrae hacia mí!


»Yo soy de mi amado, Y para mí es todo su deseo.


Yo soy de mi amante, y él me declara como suya.


Yo soy de mi amado y él me desea con pasión.


Yo soy de mi amado, Y su deseo es para mí.


¡Yo soy de mi amado, y él me desea con ardor!


Yo soy de mi amado, y él halla en mí su deleite.


Yo soy de mi amado, Y conmigo tiene su contentamiento.


10 (11) Yo soy de mi amado, y su pasión lo obliga a buscarme.


10 (11) Yo soy de mi amado, y su pasión lo obliga a buscarme.


El versiculo Cantares, 7:10 de La Santa Biblia consiste en algo que deberíamos tener constantemente presente con el propósito de reflexionar acerca de él.Seguramente deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué trataba de manifestarnos Dios Nuestro Señor con el versículo Cantares, 7:10? ¿Cuáles son los momentos de nuestro día a día en que podemos aplicar aquello que hemos aprendido gracias al versículo Cantares, 7:10 de La Sagrada Biblia?

Reflexionar sobre el versículo Cantares, 7:10 nos supone una ayuda a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, por esa razón es bueno recurrir al versículo Cantares, 7:10 siempre que necesitemos una luz que nos guíe para saber qué pasos dar o para traer el sosiego a nuestros corazones.