8 (9) Yo pienso subir a la palmera y adueñarme de sus racimos. Tus pechos serán entonces como racimos de uvas; tu aliento, perfume de manzanas
Yo dije: Subiré á la palma, Asiré sus ramos: Y tus pechos serán ahora como racimos de vid, Y el olor de tu boca como de manzanas
Yo dije: Subiré a la palmera, Asiré sus ramas. Deja que tus pechos sean como racimos de vid, Y el olor de tu boca como de manzanas
Yo dije: «Subiré a la palmera y asiré sus frutos.» Deja que sean tus pechos como racimos de vid, y como de manzanas la fragancia de tu aliento.
Yo dije: Subiré a la palma, me asiré de sus ramas. Y tus pechos serán ahora como racimos de vid, y el aliento de tu nariz como de manzanas
Yo dixe, Yo subiré à la palma, asiré ſus ramos: y tus tetas serán aora como razimos de vid: y el olor de tus narizes, como de mançanas.
Tu porte es como el porte de una palmera; tus pechos son como racimos.
8 (9) Yo pienso subir a la palmera y adueñarme de sus racimos. Tus pechos serán entonces como racimos de uvas; tu aliento, perfume de manzanas
Tu talle es una palmera y tus pechos, los racimos.
Yo dije: «Subiré a la palmera, asiré sus frutos». ¡Sean tus pechos como racimos de la vid, el perfume de tu aliento como manzanas
Quisiera subir a ella y de sus ramas sostenerme. ¡Que tus pechos sean racimos de uvas y tu aliento tenga el fresco aroma de las manzanas!
Tu talle es una palmera y tus pechos, los racimos.
Yo me dije: «Subiré a la palmera y tomaré sus racimos». Sean ahora tus pechos como racimos de uvas y el aroma de tu aliento como manzanas
Yo dije: “Subiré a la palmera, Tomaré sus frutos”. ¡Sean tus pechos como racimos de la vid, El perfume de tu aliento como manzanas
Dije: «Treparé a la palmera y tomaré su fruto». Que tus pechos sean como racimos de uvas y tu aliento, como la fragancia de manzanas.
Me dije: «Me treparé a la palmera; de sus racimos me adueñaré». ¡Sean tus pechos como racimos de uvas, tu aliento cual fragancia de manzanas
Dije: Subiré a la palmera. Tomaré sus frutos. Sean tus pechos como racimos de la vid, Y la fragancia de tu aliento como de manzanas
Pensé: “¡Subiré a la palmera y me prenderé de sus racimos!”. ¡Sean tus pechos como racimos de uvas, y la fragancia de tu boca como de manzanas!
¡Ya he pensado trepar a esa palmera y apoderarme de sus dátiles! ¡Sean tus pechos cual racimos de uvas, y tu aliento, cual aroma de manzanas!
Yo dije: Subiré á la palma, Asiré sus ramos: Y tus pechos serán ahora como racimos de vid, Y el olor de tu boca como de manzanas
8 (9) He pensado en treparme y hacer míos esos racimos. Tus pechos se volverán dos racimos de uvas, y tu aliento tendrá fragancia de manzanas.
8 (9) He pensado en treparme y hacer míos esos racimos. Tus pechos se volverán dos racimos de uvas, y tu aliento tendrá fragancia de manzanas.
Nos conviene tener siempre presente el versículo Cantares, 7:8 de los Textos Sagrados que componen la Biblia con la finalidad de analizarlo y pensar acerca de él. ¿Qué intentaba proponernos Dios Padre con el versículo Cantares, 7:8? ¿En qué momentos de nuestra vida diaria podemos llevar a la práctica lo que aprendemos gracias al versículo Cantares, 7:8 de Las Sagradas Escrituras?
Dedicar tiempo a la meditación sobre el versículo Cantares, 7:8 nos supone una ayuda a ser mejores cristianos y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, por eso es oportuno acudir al versículo Cantares, 7:8 todas las veces que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen para saber en qué forma acturar o para traer paz a nuestras almas.