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Reinado de Ozías#26,1-23: Volvemos a encontrar un reinado —el tercero— con dos caras. El Cronista retoma el breve sumario de la fuente deuteronomista, pero lo desarrolla con dos extensos añadidos, referidos respectivamente a sus exitosos y dilatados años de reinado, presentados como premio a una conducta agradable a Dios (26,5-15), y al episodio de la lepra, concebida como castigo por su pecado (26,16-23).
(2 Re 14,21-22; 15,1-3.5.7)
1Entonces todo el pueblo de Judá tomó a Ozías#26,1: Ozías: En 2 Re 14,21-22; 15,1-7 se le conoce como Azarías. que tenía dieciséis años, y lo proclamaron rey en sustitución de su padre Amasías. 2Azarías reconstruyó Eilat#26,2: Eilat: Ver nota a 2 Re 14,22. y la devolvió a Judá, una vez que el rey, su padre, descansó con sus antepasados. 3Ozías tenía dieciséis años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén durante cincuenta y dos años#26,3: cincuenta y dos años: Ver nota a Re 15,2.. Su madre se llamaba Jecolías y era de Jerusalén. 4Actuó correctamente ante el Señor, como su padre Amasías.
5Recurrió a Dios mientras vivió Zacarías, que lo educó en el respeto a Dios; y mientras recurrió al Señor, Dios le dio prosperidad#26,5: le dio prosperidad: La primera fase del reinado (26,5-15) queda definida por la religiosidad y fidelidad de Ozías, que le valen el premio del éxito, del poder y de la fama. El éxito se concreta en las campañas triunfales contra los filisteos y los árabes que le aportan tributos y fama, en sus construcciones y fortificaciones, en las mejoras agrícolas y en la reorganización y rearme de su ejército..#Ver 24,2. 6Salió a luchar contra los filisteos, derribó las murallas de Gat, Jabné y Asdod y edificó ciudades en la comarca de Asdod y en territorio filisteo. 7Dios lo ayudó contra los filisteos, contra los árabes de Gur Baal y contra los meunitas. 8Los amonitas le pagaban tributo y su fama se extendió hasta la frontera de Egipto, pues se había hecho muy poderoso.#Ver 20,1.
9Ozías construyó torres en Jerusalén: sobre la puerta de la esquina, sobre la puerta del valle, y sobre el ángulo, y las fortificó. 10Construyó torres en el desierto y abrió muchos pozos#26,10: pozos: Descubrimientos arqueológicos en el Négueb (cerca de Berseba y en Eilat) de construcciones datadas en la época de Ozías y Jotán confirman los datos del Cronista., ya que tenía gran cantidad de ganado en la Sefela y en la llanura; también tenía agricultores y viñadores en los montes y en las huertas, pues le gustaba la agricultura. 11Ozías tenía un ejército en pie de guerra, organizado en divisiones, según el censo elaborado por el escriba Jiel y el comisario Maseías, a las órdenes de Jananías, uno de los oficiales del rey. 12El total de cabezas de familia era de dos mil seiscientos, guerreros valerosos 13que tenían bajo su mando un ejército de trescientos siete mil quinientos guerreros esforzados, listos para socorrer al rey contra el enemigo. 14Ozías armó a todo el ejército con escudos, lanzas, cascos, corazas, arcos y hondas. 15En Jerusalén hizo construir catapultas inventadas por un experto para colocarlas sobre las torres y en los ángulos con capacidad para lanzar flechas y pedruscos. Su fama llegó lejos, pues recibió una ayuda portentosa#25,15: portentosa: Se sobreentiende: proveniente de Dios. hasta hacerse muy poderoso.
16Pero en la plenitud de su poder el orgullo lo llevó a la perdición y se rebeló contra el Señor#26,16: se rebeló contra el Señor: El Cronista justifica así el castigo de la lepra que marca la segunda etapa del reinado de Ozías (26,16-23)., su Dios, entrando al Templo del Señor para quemar incienso en el altar del incienso. 17Tras él entró el sacerdote Azarías, acompañado de ochenta valerosos sacerdotes del Señor, 18que se enfrentaron al rey Ozías y le dijeron:
— Ozías, no te corresponde a ti quemar incienso al Señor, sino a los sacerdotes descendientes de Aarón, consagrados para ello. Sal del santuario, porque has pecado y no mereces tal honor del Señor Dios.
19Ozías con el incensario en la mano se encolerizó contra los sacerdotes y en ese momento le salió lepra en la frente allí mismo, ante los sacerdotes, en pleno Templo, junto al altar del incienso.#Ver Nm 12,10. 20Cuando el sumo sacerdote Azarías y los demás sacerdotes lo miraron y se dieron cuenta de que tenía lepra en la frente, lo echaron inmediatamente de allí, y él mismo se apresuró a salir, consciente de que el Señor lo había castigado.
21El rey Ozías siguió leproso hasta el día de su muerte, por lo que tuvo que vivir apartado en una casa, pues como leproso tenía prohibida la entrada en el Templo del Señor#26,21: Templo del Señor: La explicación es añadido cronista. En realidad, la lepra apartaba al enfermo de todos los ámbitos de la vida pública y social.. Su hijo Jotán quedó al frente del palacio y gobernaba al pueblo.#Lv 13,46; Nm 19,20. 22El resto de la historia de Ozías, de principio a fin, fue escrita por el profeta Isaías#26,22: Isaías: Esta fuente citada por el Cronista nos es desconocida. La mención del profeta bien pudiera basarse en las referencias del libro de Isaías al reinado de Ozías (ver Is 1,1; 6,1)., hijo de Amón. 23Cuando Ozías murió fue enterrado con sus antepasados en un cementerio de propiedad real#26,23: de propiedad real: El dato y la explicación son añadido cronista., por ser un leproso; su hijo Jotán le sucedió como rey.
Desde el inicio de los tiempos Dios se comunica con nosotros. Para ello la sagrada Biblia es un vehículo muy poderoso, ya que es la palabra del Señor plasmada en negro sobre blanco. Como ya sabrás, existen varias versiones de las Sagradas Escrituras, hechas en pos de una mejor comprensión de la palabra del Señor. En la versión 'La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional versión hispanoamericana' encontramos que el capítulo 26 del 2 Crónicas se nos muestra de la forma que podemos ver a continuación.
El libro 2 Crónicas de la Biblia tiene 36 capítulos. Y en el capítulo 26 podemos encontrar 23 versículos, en los que Dios nos revela sus enseñanzas y nos indica a través de su inmensa sabiduría, amor y bondad, la forma en la que debemos obrar y acercarnos a Él.
No nos cabe duda de que leyendo el capítulo 26 del libro 2 Crónicas de la versión 'La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional versión hispanoamericana' de la Sagrada Biblia te será fácil comprender como nuestro amado Padre nunca nos deja solos, y que en los textos que dejó para nosotros es posible hallar todas las respuestas que necesitamos. Recuerda que siempre puedes leer el capítulo 26 en alguna de las otras versiones de la Biblia que tenemos para ti, aunque es un ejercicio muy interesante que hayas optado por leer ahora el capítulo 26 de la versión 'La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional versión hispanoamericana' de la Santa Biblia.