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Anuncio del castigo a Jerusalén#21.1-10 La siguiente sección (21.1—23.8) incluye textos en prosa y mensajes proféticos relativos a los últimos reyes y a la casa real de Judá. El tono predominante es de juicio y reprobación por los abusos cometidos, pero al final el profeta anuncia la futura restauración de la nación y de la monarquía davídica, y proclama el advenimiento de un descendiente de David que gobernará al pueblo de Dios con sabiduría y justicia (23.5-6).
1-2El rey Sedequías#21.1-2 En varias oportunidades Sedequías de Judá acudió a Jeremías para consultarlo o pedirle que intercediera ante el Señor. Unas veces, como aquí y en Jer 37.3-10, lo hizo por intermedio de emisarios; otras veces él mismo se encontró con el profeta en privado (Jer 37.17-21; 38.14-28). envió a Pashur, hijo de Malquías,#21.1-2 Pashur, hijo de Malquías: Este oficial del reino no es Pashur, hijo de Imer, era sacerdote e inspector en el templo (Jer 20.1). En Jer 38.1-4 se menciona a este oficial entre los funcionarios que acusaron a Jeremías de traición y pidieron su condena a muerte. y al sacerdote Sofonías, hijo de Maaseías,#21.1-2 Sofonías, hijo de Maaseías: Cf. Jer 29.24-32. a ver a Jeremías y a decirle: «Por favor, consulta al Señor por nosotros, porque Nabucodonosor, rey de Babilonia,#21.1-2 Nabucodonosor, rey de Babilonia, atacó la ciudad de Jerusalén y la destruyó después de un prolongado asedio (586 a.C.). Cf. 2 R 25.1-11; 2 Cr 36.17-21. Véase Jer 1.14-15 n. nos está atacando. Tal vez quiera el Señor hacer uno de sus milagros y obligue a Nabucodonosor a retirarse.»#21.1-2 El rey Sedequías parece aludir a la milagrosa liberación de Jerusalén acaecida un siglo antes, cuando la ciudad fue atacada y sitiada por Senaquerib, rey de Asiria (2 R 18.13—19.37).
Entonces habló el Señor a Jeremías, 3y este respondió a los enviados de Sedequías: «Díganle a Sedequías 4que el Señor, el Dios de Israel, dice: “Voy a hacer retroceder a las tropas#21.4 Las tropas: Lit. las armas de combate. con las que, fuera de las murallas, están ustedes respondiendo al ataque del rey de Babilonia y de los caldeos, y las reuniré en medio de esta ciudad. 5Yo mismo pelearé contra ustedes,#21.5 Yo mismo pelearé contra ustedes: En tiempos del éxodo y de la conquista de Canaán, el Señor había combatido a favor de Israel (cf. Ex 15.1-10; Jos 10.9-14; Jue 5.10-11). Ahora se han invertido los papeles, a causa de los pecados del pueblo y de su obstinación en el mal. Véanse Jer 2.23 nota; 9.3(2) nota; 13.23 nota. con gran despliegue de poder#21.5 Con gran despliegue de poder: expresión típica de Deuteronomio (Dt 4.34; 5.15; 7.19; 11.2; 26.8). Véase también Jer 7.1-15 n. y con ardiente ira y gran furor.#21.5 Dt 29.28(27); Jer 32.37. 6Mataré a todos los habitantes de esta ciudad; hombres y animales morirán de una peste terrible. 7Después entregaré a Sedequías, rey de Judá, en manos de Nabucodonosor y de sus otros enemigos mortales, junto con sus oficiales y tropas y la gente que haya quedado con vida en la ciudad#21.7 Cf. 2 R 25.6-7. después de la peste, la guerra y el hambre.#21.7 Peste, guerra y hambre: Véanse las referencias en Jer 14.12 n. Yo haré que los maten a filo de espada, sin piedad ni compasión. Yo, el Señor, lo afirmo.
8»”Anuncia también al pueblo que yo, el Señor, digo: Les doy a escoger entre el camino de la vida y el camino de la muerte.#21.8 Cf. Dt 30.15-19. 9El que se quede en esta ciudad morirá en la guerra, o de hambre o de peste. En cambio, el que salga y se entregue a los caldeos que están ahora atacando la ciudad, no morirá; al menos podrá salvar su vida.#Jer 38.2. 10Porque yo he decidido traer mal en vez de bien sobre esta ciudad. Voy a entregársela al rey de Babilonia, y él le prenderá fuego.#Jer 38.17-18. Yo, el Señor, lo afirmo.#21.8-10 Para Jeremías, la nación de Judá ya no podía escapar al juicio de Dios a causa de sus pecados (véanse Jer 2.23 nota; 9.3[2] nota; 13.23 nota), y Babilonia era el instrumento elegido por el Señor para ejecutar sus designios (véase Jer 27.6 n.). Por lo tanto, someterse al rey de Babilonia era obedecer a la voluntad de Dios y la única forma de salvar a la nación del desastre inminente. Sin embargo, muchos contemporáneos de Jeremías no comprendieron el verdadero sentido de su mensaje y lo acusaron de traición a la patria (cf. Jer 38.4).
Anuncio contra el rey de Judá
11-12»”A la casa real de Judá, a la casa del rey David,#21.11-12 A la casa real de Judá, a la casa del rey David: El término casa, en este contexto, equivale a dinastía. Todos los reyes de Judá fueron descendientes del rey David (cf. 2 S 7.16). dile de mi parte:
»”‘Escucha el mensaje del Señor:
Haz justicia todos los días;#21.11-12 Lo que más se esperaba del rey, en el antiguo Israel, era el establecimiento de un orden social justo y la administración efectiva de la justicia, sobre todo en favor de los más débiles (véanse Sal 72.1[1b] n.; 101 nota). La costumbre establecía que el rey resolviera los pleitos temprano en la mañana (cf. 2 S 15.2).
libra de explotadores a los oprimidos,
no sea que, por tus malas acciones,
mi enojo se encienda como un fuego
y arda sin que nadie pueda apagarlo.
Anuncio de castigo a Jerusalén
13»”’Ciudad#21.13 El contexto indica que este breve oráculo (vv. 13-14) se refiere a la ciudad de Jerusalén, aunque no la mencione expresamente. que dominas el valle,
como peñasco en la llanura,#21.13 Dominas... en la llanura: Estas expresiones no corresponden a la posición geográfica de la ciudad de Jerusalén. Por eso se ha pensado que el mensaje estuvo destinado originariamente contra otra ciudad, y que luego fue aplicado a la capital del reino de Judá.
yo, el Señor, me declaro contra ti.
Ustedes dicen: ¿Quién podrá atacarnos?
¿Quién podrá llegar hasta nuestro refugio?
14Yo los castigaré como merecen sus acciones;
prenderé fuego a sus bosques,#21.14 Sus bosques: Quizá se trata de una alusión al llamado «Bosque del Líbano» y a otros edificios construidos con cedros (véase 1 R 7.2 n.; cf. Jer 22.6-7).
y ese fuego devorará todos los alrededores.
Yo, el Señor, lo afirmo.’”»
Desde el inicio de los tiempos Dios se comunica con nosotros. Para ello la sagrada Biblia es un vehículo muy poderoso, ya que es la palabra del Señor plasmada en negro sobre blanco. Como ya sabrás, existen varias versiones de las Sagradas Escrituras, hechas en pos de una mejor comprensión de la palabra del Señor. En la versión 'Biblia Dios Habla Hoy' encontramos que el capítulo 21 del Jeremías se nos muestra de la forma que podemos ver a continuación.
El libro Jeremías de la Biblia tiene 52 capítulos. Y en el capítulo 21 podemos encontrar 14 versículos, en los que Dios nos revela sus enseñanzas y nos indica a través de su inmensa sabiduría, amor y bondad, la forma en la que debemos obrar y acercarnos a Él.
No nos cabe duda de que leyendo el capítulo 21 del libro Jeremías de la versión 'Biblia Dios Habla Hoy' de la Sagrada Biblia te será fácil comprender como nuestro amado Padre nunca nos deja solos, y que en los textos que dejó para nosotros es posible hallar todas las respuestas que necesitamos. Recuerda que siempre puedes leer el capítulo 21 en alguna de las otras versiones de la Biblia que tenemos para ti, aunque es un ejercicio muy interesante que hayas optado por leer ahora el capítulo 21 de la versión 'Biblia Dios Habla Hoy' de la Santa Biblia.