<

2 Corintios, 3:5

>

2 Corintios, 3:5

No es que nosotros mismos estemos capacitados para considerar algo como nuestro; al contrario, todo lo que podemos hacer viene de Dios


No que seamos suficientes de nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra suficiencia es de Dios


no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios


No que estemos capacitados para hacer algo por nosotros mismos; al contrario, nuestra capacidad proviene de Dios


no que seamos suficientes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra suficiencia es de Dios


No que ſeamos sufficientes de noſotros mismos para pensar algo como de noſotros mismos: ſi no que nueſtra sufficiencia es de parte de Dios


No es que nosotros mismos estemos capacitados para considerar algo como nuestro; al contrario, todo lo que podemos hacer viene de Dios


No es que nosotros mismos estemos capacitados para considerar algo como nuestro; al contrario, todo lo que podemos hacer viene de Dios


No presumimos, pues, de estar capacitados para hacer algo por cuenta propia; nuestra capacidad proviene de Dios.


no que seamos suficientes en nosotros mismos para pensar que cosa alguna procede de nosotros, sino que nuestra suficiencia es de Dios


No queremos decir que nos creemos capaces de hacer algo gracias a nosotros mismos, pues Dios es quien nos da la capacidad para hacer todo lo que hacemos.


No presumimos, pues, de estar capacitados para hacer algo por cuenta propia; nuestra capacidad proviene de Dios.


No porque creamos que por nosotros mismos podemos hacer las cosas. Dios es la fuente de nuestro poder.


No que seamos suficientes en nosotros mismos para pensar que cosa alguna procede de nosotros, sino que nuestra suficiencia es de Dios


No es que pensemos que estamos capacitados para hacer algo por nuestra propia cuenta. Nuestra aptitud proviene de Dios.


No es que nos consideremos competentes en nosotros mismos. Nuestra capacidad viene de Dios.


No digo que somos suficientes nosotros mismos para que consideremos que algo procede de nosotros. Pero nuestra suficiencia es de Dios.


no que seamos suficientes en nosotros mismos, como para pensar que algo proviene de nosotros, sino que nuestra suficiencia proviene de Dios.


Y no es que nos creamos competentes por nosotros mismos, como si esta competencia nuestra surgiera de nuestra propia capacidad. Nuestra competencia proviene de Dios


No que seamos suficientes de nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra suficiencia es de Dios


Pero nosotros no somos capaces de hacer algo por nosotros mismos; es Dios quien nos da la capacidad de hacerlo.


Pero nosotros no somos capaces de hacer algo por nosotros mismos; es Dios quien nos da la capacidad de hacerlo.


El versiculo 2 Corintios, 3:5 de La Sagrada Biblia consiste en algo que es preciso tener siempre presente con la finalidad de reflexionar acerca de él. ¿Qué pretendía decirnos Nuestro Padre que está en los Cielos con el versículo 2 Corintios, 3:5? ¿Cuáles serán las coyunturas de nuestro día a día en que podemos aprovechar lo que hemos llegado a saber gracias al versículo 2 Corintios, 3:5 de Las Sagradas Escrituras?

Hacer un análisis profundo acerca de el versículo 2 Corintios, 3:5 nos resulta fundamental para llegar a a ser mejores cristianos y a aproximarnos más a Dios, esa es la cuestión por la cual es oportuno recurrir al versículo 2 Corintios, 3:5 cuando creamos que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen para saber cómo proceder o para traer el sosiego a nuestras almas.