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2 Reyes, 8:15

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2 Reyes, 8:15

Pero al día siguiente Hazael fue y tomó una manta, y luego de empaparla de agua, se la puso al rey sobre la cara, y el rey murió. Después de esto, Hazael reinó en su lugar.


El día siguiente tomó un paño basto, y metiólo en agua, y tendiólo sobre el rostro de Ben-adad, y murió: y reinó Hazael en su lugar.


El día siguiente, tomó un paño y lo metió en agua, y lo puso sobre el rostro de Ben-adad, y murió; y reinó Hazael en su lugar.


Pero al día siguiente tomó un paño, lo metió en agua y lo puso sobre el rostro de Ben-adad, el cual murió. En su lugar reinó Hazael.


Al día siguiente tomó un paño basto, y lo metió en agua, y lo tendió sobre el rostro de Ben-adad, y murió; y reinó Hazael en su lugar.


El dia siguiente tomó vn paño basto, y metiólo en agua, y tẽdiólo ſobre ſu rostro: y murió, y reynó Hazael en ſu lugar.


Pero al día siguiente Hazael fue y tomó una manta, y luego de empaparla de agua, se la puso al rey sobre la cara, y el rey murió. Después de esto, Hazael reinó en su lugar.


Pero al día siguiente Hazael fue y tomó una manta, y luego de empaparla de agua, se la puso al rey sobre la cara, y el rey murió. Después de esto, Hazael reinó en su lugar.


Pero al día siguiente Jazael agarró una manta, la empapó en agua y la puso sobre el rostro del rey hasta que murió. Entonces Jazael reinó en su lugar.


Pero al día siguiente Hazael tomó la manta, la empapó en agua y se la puso al rey sobre la cara, y murió. Y Hazael reinó en su lugar.


Pero al día siguiente Jazael tomó un trapo mojado, cubrió la cara de Ben Adad y lo asfixió. Al morir Ben Adad, Jazael reinó en su lugar.


Pero al día siguiente Jazael agarró una manta, la empapó en agua y la puso sobre el rostro del rey hasta que murió. Entonces Jazael reinó en su lugar.


Pero al día siguiente, Jazael tomó una manta, la mojó en agua y cubrió con ella el rostro del rey, hasta que este murió asfixiado. Luego, Jazael tomó posesión del trono.


Pero al día siguiente Hazael tomó una colcha, la empapó en agua y se la puso al rey sobre la cara, y murió. Entonces Hazael reinó en su lugar.


Ahora bien, al día siguiente, Hazael agarró una manta, la empapó en agua y se la puso al rey sobre la cara hasta que murió. Entonces Hazael pasó a ser el siguiente rey de Aram.


Pero al día siguiente tomó una colcha y, empapándola en agua, tapó la cara al rey hasta asfixiarlo. Así fue como Jazael usurpó el trono.


Sucedió al día siguiente que Ben-adad tomó un paño grueso, lo empapó en agua, lo extendió sobre su cara y murió. Y Hazael reinó en su lugar.


Pero al día siguiente tomó un paño, lo empapó en agua y lo extendió sobre la cara de Ben-hadad; y este murió. Y Hazael reinó en su lugar.


Pero al día siguiente Jazael tomó un paño, lo remojó en agua, y se lo puso a Ben Adad sobre el rostro, y Ben Adad murió. En su lugar, reinó Jazael.


El día siguiente tomó un paño basto, y metiólo en agua, y tendiólo sobre el rostro de Ben-adad, y murió: y reinó Hazael en su lugar.


Pero al día siguiente Hazael tomó un paño, lo mojó en agua y se lo puso en la cara a Ben-hadad hasta asfixiarlo. Después de esto, Hazael se convirtió en el nuevo rey de Siria.


Pero al día siguiente Hazael tomó un paño, lo mojó en agua y se lo puso en la cara a Ben-hadad hasta asfixiarlo. Después de esto, Hazael se convirtió en el nuevo rey de Siria.


Es muy recomendable tomar continuamente en cuenta el versículo 2 Reyes, 8:15 de los Textos Sagrados que componen la Biblia para analizarlo y pensar acerca de él. ¿Qué quiso decirnos Nuestro Padre Todopoderoso con el versículo 2 Reyes, 8:15? ¿Cuáles son las ocasiones de nuestro día a día en que seremos capaces de aprovechar aquello que aprendemos gracias al versículo 2 Reyes, 8:15 de Las Sagradas Escrituras?

Meditar sobre el versículo 2 Reyes, 8:15 nos resulta fundamental para llegar a a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, esa es la razón por la cual es bueno apoyarse en el versículo 2 Reyes, 8:15 cada vez que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir de modo que podamos saber qué pasos dar o para traer la tranquilidad a nuestros corazones y almas.