Entonces el comandante despidió al muchacho, mandándole que no dijera a nadie que le había contado eso.
Entonces el tribuno despidió al mancebo, mandándole que á nadie dijese que le había dado aviso de esto.
Entonces el tribuno despidió al joven, mandándole que a nadie dijese que le había dado aviso de esto.
Entonces el comandante despidió al joven, mandándole que a nadie dijera que le había dado aviso de esto.
Entonces el tribuno despidió al joven, mandándole que a nadie dijera que le había dado aviso de esto.
Entonces el Tribuno despidió àl mãcebo mandandole que à nadie dixeſſe que le auia dado auiso deesto.
Entonces el comandante despidió al muchacho, mandándole que no dijera a nadie que le había contado eso.
Entonces el comandante despidió al muchacho, mandándole que no dijera a nadie que le había contado eso.
El comandante despidió al muchacho, advirtiéndole: — No digas a nadie que me has informado sobre este asunto.
Entonces el comandante dejó ir al joven, encomendándole: No digas a nadie que me has informado de estas cosas.
El comandante le dijo al joven que se fuera y le ordenó que no le dijera a nadie que le había informado todo esto.
El comandante despidió al muchacho, advirtiéndole: —No digas a nadie que me has informado sobre este asunto.
El comandante despidió al muchacho y le dijo: ―No le digas a nadie que me has dicho esto.
Entonces el comandante dejó ir al joven, encomendándole: «No digas a nadie que me has informado de estas cosas».
—Que nadie sepa que me has contado esto —le advirtió el comandante al joven.
El comandante despidió al joven con esta advertencia: —No le digas a nadie que me has informado de esto.
Entonces el comandante le ordenó: A nadie digas que me informaste esto. Y lo despidió.
Luego el tribuno despidió al joven encargándole: —No digas a nadie que me has informado de esto.
El tribuno despidió al joven y le mandó que no dijera nada a nadie del aviso que le había dado.
Entonces el tribuno despidió al mancebo, mandándole que á nadie dijese que le había dado aviso de esto.
El jefe despidió al muchacho y le ordenó: —No le digas a nadie lo que me has dicho.
El jefe despidió al muchacho y le ordenó: —No le digas a nadie lo que me has dicho.
El versiculo Hechos, 23:22 de La Biblia es algo que es conveniente tomar continuamente en consideración con el fin de analizarlo y pensar sobre él.Probablemente sería acertado cuestionarse ¿Qué quiso decirnos Dios, Creador del Cielo y de la Tierra con el versículo Hechos, 23:22? ¿En qué coyunturas de nuestro día a día podemos recurrir a aquello que aprendemos gracias al versículo Hechos, 23:22 de Las Sagradas Escrituras?
Discurrir y recapacitar sobre el versículo Hechos, 23:22 nos ayuda a ser mejores cristianos y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, ese es el motivo por el cual es conveniente apoyarse en el versículo Hechos, 23:22 todas las veces que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir y así saber cómo proceder o para traer la serenidad a nuestro espíritu.