Cuando decidieron mandarnos a Italia, Pablo y los otros presos fueron entregados a un capitán que se llamaba Julio, del batallón llamado del Emperador.
MAS como fué determinado que habíamos de navegar para Italia, entregaron á Pablo y algunos otros presos á un centurión, llamado Julio, de la compañía Augusta.
Cuando se decidió que habíamos de navegar para Italia, entregaron a Pablo y a algunos otros presos a un centurión llamado Julio, de la compañía Augusta.
Cuando se decidió que habíamos de navegar para Italia, entregaron a Pablo y a algunos otros presos a un centurión llamado Julio, de la compañía Augusta.
¶ Mas como fue determinado que habíamos de navegar para Italia, entregaron a Pablo y algunos otros presos a un centurión, llamado Julio, de la compañía Augusta.
Mas como fué determinado que auiamos de nauegar para Italia, entregaron à Paulo y à algunos otros presos à vn Centurion llamado Iulio de la compañia Augusta.
Cuando decidieron mandarnos a Italia, Pablo y los otros presos fueron entregados a un capitán que se llamaba Julio, del batallón llamado del Emperador.
Cuando decidieron mandarnos a Italia, Pablo y los otros presos fueron entregados a un capitán que se llamaba Julio, del batallón llamado del Emperador.
Cuando se decidió que debíamos embarcar para Italia, entregaron a Pablo, con algunos otros prisioneros, a la custodia de un oficial llamado Julio, que era capitán de la compañía denominada “Augusta”.
Cuando se decidió que deberíamos embarcarnos para Italia, fueron entregados Pablo y algunos otros presos a un centurión de la compañía Augusta, llamado Julio.
Cuando se decidió que íbamos a viajar a Italia, Pablo y los otros prisioneros fueron puestos bajo custodia de Julio, un capitán del ejército del emperador.
Cuando se decidió que debíamos embarcar para Italia, entregaron a Pablo, con algunos otros prisioneros, a la custodia de un oficial llamado Julio, que era capitán de la compañía denominada «Augusta».
Cuando decidieron por fin mandarnos a Italia, entregaron a Pablo y a otros presos a un capitán llamado Julio. Este pertenecía al batallón del emperador.
Cuando se decidió que deberíamos embarcarnos para Italia, fueron entregados Pablo y algunos otros presos a un centurión de la compañía Augusta, llamado Julio.
Cuando llegó el tiempo, zarpamos hacia Italia. A Pablo y a varios prisioneros más los pusieron bajo la custodia de un oficial romano llamado Julio, un capitán del regimiento imperial.
Cuando se decidió que navegáramos rumbo a Italia, entregaron a Pablo y a algunos otros presos a un centurión llamado Julio, quien pertenecía al batallón imperial.
Cuando se decidió que navegáramos hacia Italia, entregaron a Pablo y a otros presos a un centurión llamado Julio, de un batallón imperial.
Cuando se determinó que habíamos de navegar a Italia, entregaron a Pablo y a algunos otros presos a un centurión llamado Julio, de la compañía Augusta.
Cuando se decidió que debíamos ir por barco a Italia, Pablo y otros prisioneros fueron entregados a un centurión llamado Julio, de la compañía Augusta.
MAS como fué determinado que habíamos de navegar para Italia, entregaron á Pablo y algunos otros presos á un centurión, llamado Julio, de la compañía Augusta.
Cuando por fin decidieron mandarnos a Italia, Pablo y los demás prisioneros fueron entregados a un capitán romano llamado Julio, que estaba a cargo de un grupo especial de soldados al servicio del emp
Cuando por fin decidieron mandarnos a Italia, Pablo y los demás prisioneros fueron entregados a un capitán romano llamado Julio, que estaba a cargo de un grupo especial de soldados al servicio del emp
Deberíamos tener continuamente presente el versículo Hechos, 27:1 de La Sagrada Biblia a fin de meditar en torno a él.Probablemente sería adecuado preguntarse ¿Qué intentaba manifestarnos Dios Padre con el versículo Hechos, 27:1? ¿En qué coyunturas de nuestra vida cotidiana tenemos la oportunidad de recurrir a aquello que hemos alcanzado a saber gracias al versículo Hechos, 27:1 de La Biblia?
Meditar acerca de el versículo Hechos, 27:1 es un gran aporte que nos permite a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a aproximarnos más a Dios, por eso es útil servirse del versículo Hechos, 27:1 todas y cada una de las veces que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen y así saber cómo actuar o para traer la paz a nuestras almas.