Pero los judíos se opusieron, y tuve que pedir que el emperador me juzgara, aunque no tengo nada de qué acusar a los de mi nación.
Mas contradiciendo los Judíos, fuí forzado á apelar á César; no que tenga de qué acusar á mi nación.
Pero oponiéndose los judíos, me vi obligado a apelar a César; no porque tenga de qué acusar a mi nación.
Pero, oponiéndose los judíos, me vi obligado a apelar a César, aunque no porque tenga de qué acusar a mi nación.
Mas contradiciendo los judíos, fui forzado a apelar a César; no que tenga de qué acusar a mi nación.
Mas contradiziendo los Iudios, fue forçado de appelar à Cesar: no que tenga deque accusar à mi nacion.
Pero los judíos se opusieron, y tuve que pedir que el emperador me juzgara, aunque no tengo nada de qué acusar a los de mi nación.
Pero los judíos se opusieron, y tuve que pedir que el emperador me juzgara, aunque no tengo nada de qué acusar a los de mi nación.
Pero como los judíos insistieron en sus acusaciones, tuve que apelar al emperador, sin desear por ningún concepto acusar de algo a mi pueblo.
Pero cuando los judíos se opusieron, me vi obligado a apelar al César, pero no porque tuviera acusación alguna contra mi pueblo.
Pero los judíos no querían que me soltaran, así que tuve que apelar al emperador, pero no porque tenga nada de qué acusar a mi pueblo.
Pero como los judíos insistieron en sus acusaciones, tuve que apelar al emperador, sin desear por ningún concepto acusar de algo a mi pueblo.
»Pero cuando los judíos se opusieron, tuve que pedir que el emperador me juzgara. No es que tenga algo de qué acusar a mi nación.
»Pero cuando los judíos se opusieron, me vi obligado a apelar a César, pero no porque tuviera acusación alguna contra mi pueblo.
pero cuando los líderes judíos protestaron por la decisión, creí necesario apelar al César, aunque no tenía deseos de presentar cargos contra mi propia gente.
Cuando los judíos se opusieron, me vi obligado a apelar al emperador, pero no porque tuviera alguna acusación que presentar contra mi nación.
Pero al oponerse los judíos, me vi obligado a apelar a César, no porque tenía algo de qué acusar a mi nación.
Pero como los judíos se oponían, yo me vi forzado a apelar al César, no porque tenga de qué acusar a mi nación.
Pero como los judíos se opusieron, me vi obligado a apelar al emperador, aun cuando no tengo nada en contra de mi pueblo.
Mas contradiciendo los Judíos, fuí forzado á apelar á César; no que tenga de qué acusar á mi nación.
Pero como los judíos que me acusaban querían matarme, tuve que pedir que el emperador de Roma se hiciera cargo de mi situación. En realidad, no quiero causarle ningún problema a mi pueblo.
Pero como los judíos que me acusaban querían matarme, tuve que pedir que el emperador de Roma se hiciera cargo de mi situación. En realidad, no quiero causarle ningún problema a mi pueblo.
El versiculo Hechos, 28:19 de los Textos Sagrados que componen la Biblia consiste en algo que es muy recomendable tomar en todo momento en consideración con el fin de hacer una reflexión en torno a él.Quizás sería bueno preguntarse ¿Qué pretendía proponernos el Señor con el versículo Hechos, 28:19? ¿Cuáles son los momentos de nuestra vida diaria en que tenemos la oportunidad de hacer valer aquello que hemos alcanzado a saber gracias al versículo Hechos, 28:19 de La Biblia?
El hecho de reflexionar sobre el versículo Hechos, 28:19 nos resulta fundamental para llegar a a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a acercarnos más a Dios, ese es el motivo por el cual es conveniente recurrir al versículo Hechos, 28:19 en todas aquellas ocasiones en que pueda servirnos de guía y así saber en qué forma acturar o para traer la paz a nuestras almas.