Echa tu pan al agua; después de algún tiempo lo encontrarás.
ECHA tu pan sobre las aguas; que después de muchos días lo hallarás.
Echa tu pan sobre las aguas; porque después de muchos días lo hallarás.
Echa tu pan sobre las aguas; después de muchos días lo hallarás.
¶ Echa tu pan sobre las aguas; que después de muchos días lo hallarás.
Echa tu pan ſobre las aguas, que deſpues de muchos dias lo hallarás.
Echa tu pan al agua; después de algún tiempo lo encontrarás.
Echa tu pan al agua; después de algún tiempo lo encontrarás.
Echa tu pan a navegar y al cabo del tiempo lo reencontrarás.
Echa tu pan sobre las aguas, que después de muchos días lo hallarás.
A dondequiera que vayas, haz el bien, que después de un tiempo el bien que hagas te será devuelto.
Echa tu pan a navegar y al cabo del tiempo lo reencontrarás.
Sé generoso en dar, pues más tarde volverán a ti tus regalos.
Echa tu pan sobre las aguas, Que después de muchos días lo hallarás.
Envía tu grano por los mares, y a su tiempo recibirás ganancias.
Lanza tu pan sobre el agua; después de algún tiempo volverás a encontrarlo.
Echa tu pan sobre las aguas, Porque después de muchos días lo hallarás.
Echa tu pan sobre las aguas, porque después de muchos días lo volverás a encontrar.
Echa tu pan sobre las aguas; después de muchos días lo encontrarás.
ECHA tu pan sobre las aguas; que después de muchos días lo hallarás.
Dale de comer al hambriento, y un día serás recompensado.
Dale de comer al hambriento, y un día serás recompensado.
Hay que tener siempre presente el versículo Eclesiastés, 11:1 de los Textos Sagrados que componen la Biblia para reflexionar en torno a él. ¿Qué quiso manifestarnos Nuestro Padre que está en los Cielos con el versículo Eclesiastés, 11:1? ¿Cuáles serán las coyunturas de nuestro día a día en que podemos recurrir a lo que hemos alcanzado a saber gracias al versículo Eclesiastés, 11:1 de la Santa Biblia?
El hecho de reflexionar acerca de el versículo Eclesiastés, 11:1 nos supone una ayuda a ser mejores cristianos y a elevar nuestra alma hacia Dios, por ese motivo es oportuno apoyarse en el versículo Eclesiastés, 11:1 todas y cada una de las veces que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen de modo que podamos saber en qué forma acturar o para traer el sosiego a nuestros corazones.