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Eclesiastés, 11:5

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Eclesiastés, 11:5

Así como no sabes por dónde va el viento, ni cómo se forma el niño en el vientre de la madre, tampoco sabes nada de lo que hace Dios, creador de todas las cosas.


Como tú no sabes cuál es el camino del viento, ó como se crían los huesos en el vientre de la mujer preñada, así ignoras la obra de Dios, el cual hace todas las cosas.


Como tú no sabes cuál es el camino del viento, o cómo crecen los huesos en el vientre de la mujer encinta, así ignoras la obra de Dios, el cual hace todas las cosas.


Así como tú no sabes cuál es el camino del viento ni cómo crecen los huesos en el vientre de la mujer encinta, así también ignoras la obra de Dios, el cual hace todas las cosas.


Como tú no sabes cuál es el camino del espíritu, o cómo crecen los huesos en el vientre de la mujer encinta, así ignoras la obra de Dios, el cual hace todas las cosas.


Como tu no sabes qual es el camino del viento, ò, como ſe crian los hueſſos en el viẽ tre de la muger preñada, anſi ignoras la obra de Dios, elqual haze todas las coſas.


Así como no sabes por dónde va el viento, ni cómo se forma el niño en el vientre de la madre, tampoco sabes nada de lo que hace Dios, creador de todas las cosas.


Así como no sabes por dónde va el viento, ni cómo se forma el niño en el vientre de la madre, tampoco sabes nada de lo que hace Dios, creador de todas las cosas.


Igual que no conoces cuál es la dirección del aliento vital que traspasa los huesos dentro del vientre de la preñada, tampoco conoces la obra de Dios que lo hace todo.


Como no sabes cuál es el camino del viento, o cómo se forman los huesos en el vientre de la mujer encinta, tampoco conoces la obra de Dios que hace todas las cosas.


Así como no sabes cómo entra el espíritu en una criatura que está en el vientre de su mamá, así tampoco sabes lo que hace Dios, creador de todo.


Igual que no conoces cuál es la dirección del aliento vital que traspasa los huesos dentro del vientre de la preñada, tampoco conoces la obra de Dios que lo hace todo.


Los caminos de Dios son misteriosos como la senda del viento, o como la forma en que el espíritu humano se infunde en el cuerpo del niño aún en el vientre de su madre.


Como no sabes cuál es el camino del viento, O cómo se forman los huesos en el vientre de la mujer encinta, Tampoco conoces la obra de Dios que hace todas las cosas.


Así como no puedes entender el rumbo que toma el viento ni el misterio de cómo crece un bebecito en el vientre de su madre, tampoco puedes entender cómo actúa Dios, quien hace todas las cosas.


Así como no sabes por dónde va el viento ni cómo se forma el niño en el vientre de la madre, tampoco entiendes la obra de Dios, creador de todas las cosas.


Así como no sabes cuál es la senda del viento, Ni cómo crecen los huesos en el vientre de la que está embarazada, Así ignoras la obra de ʼELOHIM, Quien hace todas las cosas.


Como tú no comprendes cómo entra el espíritu a los huesos en el vientre de la mujer encinta, así no comprenderás la obra de Dios quien hace todas las cosas.


Tú no sabes qué camino sigue el viento, ni cómo van creciendo los huesos del niño en el vientre de la mujer encinta, y tampoco entiendes las obras de Dios, que ha creado todas las cosas.


Como tú no sabes cuál es el camino del viento, ó como se crían los huesos en el vientre de la mujer preñada, así ignoras la obra de Dios, el cual hace todas las cosas.


Nadie sabe qué rumbo toma el viento, ni cómo se forma el niño en el vientre de la madre, ni cómo hizo Dios todas las cosas.


Nadie sabe qué rumbo toma el viento, ni cómo se forma el niño en el vientre de la madre, ni cómo hizo Dios todas las cosas.


El versiculo Eclesiastés, 11:5 de los Textos Sagrados que componen la Biblia consiste en algo que hay que tener continuamente presente de manera que podamos analizarlo y pensar en torno a él.Tal vez deberíamos preguntarnos ¿Qué trataba de manifestarnos Dios Nuestro Señor con el versículo Eclesiastés, 11:5? ¿En qué momentos de nuestra vida cotidiana tenemos la oportunidad de hacer valer aquello que hemos aprendido gracias al versículo Eclesiastés, 11:5 de La Biblia?

Dedicar tiempo a la meditación acerca de el versículo Eclesiastés, 11:5 nos supone una ayuda a ser mejores cristianos y a acercarnos más a Dios, esa es la cuestión por la cual es oportuno servirse del versículo Eclesiastés, 11:5 siempre que pueda servirnos de guía para saber cómo actuar o para traer la tranquilidad a nuestro espíritu.