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Eclesiastés, 11:6

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Eclesiastés, 11:6

Siembra tu semilla por la mañana, y por la tarde siémbrala también, porque nunca se sabe qué va a resultar mejor, si la primera siembra o la segunda, o si las dos prosperarán.


Por la mañana siembra tu simiente, y á la tarde no dejes reposar tu mano: porque tú no sabes cuál es lo mejor, si esto ó lo otro, ó si ambas á dos cosas son buenas.


Por la mañana siembra tu semilla, y a la tarde no dejes reposar tu mano; porque no sabes cuál es lo mejor, si esto o aquello, o si lo uno y lo otro es igualmente bueno.


Por la mañana siembra tu semilla, y a la tarde no dejes reposar tus manos; pues no sabes qué es lo mejor, si esto o aquello, o si lo uno y lo otro es igualmente bueno.


Por la mañana siembra tu simiente, y a la tarde no dejes reposar tu mano; porque tú no sabes cuál es lo mejor, si esto o lo otro, o si ambas son igualmente buenas.


Por la mañana siembra tu ſimiente, y à la tarde no dexes reposar tu mano, porque tu no sabesqual es lo mejor, eſto, ò lo otro, o ſi ambas à dos coſas ſon buenas.


Siembra tu semilla por la mañana, y por la tarde siémbrala también, porque nunca se sabe qué va a resultar mejor, si la primera siembra o la segunda, o si las dos prosperarán.


Siembra tu semilla por la mañana, y por la tarde siémbrala también, porque nunca se sabe qué va a resultar mejor, si la primera siembra o la segunda, o si las dos prosperarán.


Por la mañana siembra tu semilla, y por la tarde repite la tarea; pues no sabes cuál de las dos dará resultado, o si son igualmente buenas.


De mañana siembra tu semilla y a la tarde no des reposo a tu mano, porque no sabes si esto o aquello prosperará, o si ambas cosas serán igualmente buenas.


Siembra en la mañana y vuelve a sembrar en la tarde porque no sabes cuál de las siembras saldrá mejor, si la una o la otra, o si ambas darán buen resultado.


Por la mañana siembra tu semilla, y por la tarde repite la tarea; pues no sabes cuál de las dos dará resultado, o si son igualmente buenas.


Persevera en la siembra, pues no sabes cuál semilla germinará; quizá germinen todas.


De mañana siembra tu semilla Y a la tarde no des reposo a tu mano, Porque no sabes si esto o aquello prosperará, O si ambas cosas serán igualmente buenas.


Siembra tu semilla por la mañana, y por la tarde no dejes de trabajar porque no sabes si la ganancia vendrá de una actividad o de la otra, o quizás de ambas.


Siembra tu semilla en la mañana, y no te des reposo por la tarde, pues nunca sabes cuál siembra saldrá mejor, si esta o aquella, o si ambas serán igual de buenas.


Por la mañana siembra tu semilla, Y al llegar la noche no des reposo a tu mano. Porque no sabes qué es lo mejor, Si esto o aquello, O si ambas cosas serán igualmente buenas.


En la mañana siembra tu semilla y por la tarde no dejes reposar tu mano; porque tú no sabes cuál será mejor, si esto o lo otro, o si ambas cosas son igualmente buenas.


Siembra tu semilla en la mañana, y vuelve a sembrarla en la tarde, pues no sabes cuál de las dos siembras será la mejor, o si las dos serán igualmente buenas.


Por la mañana siembra tu simiente, y á la tarde no dejes reposar tu mano: porque tú no sabes cuál es lo mejor, si esto ó lo otro, ó si ambas á dos cosas son buenas.


Hay que sembrar en la mañana, y volver a sembrar en la tarde. Nunca se sabe cuál de las dos siembras será mejor, o si las dos serán abundantes.


Hay que sembrar en la mañana, y volver a sembrar en la tarde. Nunca se sabe cuál de las dos siembras será mejor, o si las dos serán abundantes.


Debemos tener siempre presente el versículo Eclesiastés, 11:6 de La Santa Biblia de tal forma que podamos reflexionar acerca de él. ¿Qué intentaba proponernos Dios Nuestro Señor con el versículo Eclesiastés, 11:6? ¿Cuáles serán las coyunturas de nuestro día a día en que seremos capaces de llevar a la práctica aquello que aprendemos gracias al versículo Eclesiastés, 11:6 de La Biblia?

Reflexionar en relación con el versículo Eclesiastés, 11:6 nos supone una ayuda a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a elevar nuestra alma hacia Dios, ese es el motivo por el cual es bueno servirse del versículo Eclesiastés, 11:6 cada vez que necesitemos una luz que nos guíe para saber qué pasos dar o para traer la paz a nuestro espíritu.