<

Eclesiastés, 9:15

>

Eclesiastés, 9:15

Y en la ciudad vive un hombre pobre, pero sabio, que con su sabiduría podría salvar a la ciudad, ¡y nadie se acuerda de él!


Y hállase en ella un hombre pobre, sabio, el cual libra la ciudad con su sabiduría; y nadie se acordaba de aquel pobre hombre.


y se halla en ella un hombre pobre, sabio, el cual libra a la ciudad con su sabiduría; y nadie se acordaba de aquel hombre pobre.


pero en ella se hallaba un hombre pobre y sabio, el cual libró a la ciudad con su sabiduría. ¡Y nadie se acordaba de aquel hombre pobre!


y se halla en ella un hombre pobre, sabio, el cual libra la ciudad con su sabiduría; y nadie se acordaba de aquel pobre hombre.


Y hallase en ella vn hombre pobre, sabio, el qual eſcapa la ciudad con ſu ſabiduria: y nadie ſe acordaua de aquel pobre hõbre.


Y en la ciudad vive un hombre pobre, pero sabio, que con su sabiduría podría salvar a la ciudad, ¡y nadie se acuerda de él!


Y en la ciudad vive un hombre pobre, pero sabio, que con su sabiduría podría salvar a la ciudad, ¡y nadie se acuerda de él!


Vivía allí un hombre pobre y sabio, que hubiera podido salvar la ciudad con su sabiduría; pero nadie se acordó de él.


pero en ella se hallaba un hombre pobre y sabio; y él con su sabiduría libró la ciudad; sin embargo, nadie se acordó de aquel hombre pobre.


Pero en ese pueblo había un sabio que era pobre pero que usó su inteligencia para salvar al pueblo. Sin embargo, una vez acabado todo, se olvidaron del sabio pobre.


Vivía allí un hombre pobre y sabio, que hubiera podido salvar la ciudad con su sabiduría; pero nadie se acordó de él.


Había en la ciudad un sabio muy pobre, que sabía lo que debía hacerse para salvar la ciudad, y eso la libró. Pero después nadie se acordó más de él.


Pero en ella se hallaba un hombre pobre y sabio; y él con su sabiduría libró la ciudad; sin embargo, nadie se acordó de aquel hombre pobre.


Un hombre pobre pero sabio sabía cómo salvar la ciudad, y así la ciudad fue rescatada. Sin embargo, pasado el incidente, a nadie se le ocurrió darle las gracias.


En esa ciudad había un hombre, pobre pero sabio, que con su sabiduría podría haber salvado a la ciudad, ¡pero nadie se acordó de aquel hombre pobre!


Y en ella se halla un hombre pobre pero sabio, El cual libra a la ciudad con su sabiduría. Sin embargo, nadie se acuerda de aquel hombre pobre.


Y se encontraba en ella un hombre pobre, pero sabio, el cual con su sabiduría libró a la ciudad. Pero nadie se acordaba de aquel hombre pobre.


Allí dentro se encontraba un hombre pobre, pero sabio, que con su sabiduría podría haber salvado a la ciudad, ¡pero nadie se acordó de ese hombre pobre!


Y hállase en ella un hombre pobre, sabio, el cual libra la ciudad con su sabiduría; y nadie se acordaba de aquel pobre hombre.


En esa ciudad vivía un hombre muy sabio, que con su sabiduría pudo haber salvado a la ciudad, pero como era muy pobre, ¡nadie se acordó de él!


En esa ciudad vivía un hombre muy sabio, que con su sabiduría pudo haber salvado a la ciudad, pero como era muy pobre, ¡nadie se acordó de él!


El versiculo Eclesiastés, 9:15 de La Santa Biblia consiste en algo que es muy recomendable tener siempre presente con el propósito de meditar sobre él. ¿Qué quiso decirnos el Señor con el versículo Eclesiastés, 9:15? ¿En qué momentos de nuestra vida cotidiana podemos aplicar lo que aprendemos gracias al versículo Eclesiastés, 9:15 de Las Sagradas Escrituras?

Dedicar tiempo a la meditación sobre el versículo Eclesiastés, 9:15 nos supone una ayuda a ser mejores personas y a acercarnos más a Dios, ese es el motivo por el cual es útil servirse del versículo Eclesiastés, 9:15 en todas aquellas ocasiones en que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir para saber cómo actuar o para traer la paz a nuestras almas.