El Señor se dirigió a mí, y me dijo
Y fué á mí palabra de Jehová, diciendo
Vino a mí palabra de Jehová, diciendo
Vino a mí palabra de Jehová, diciendo
Y vino Palabra del SEÑOR a mí, diciendo
¶ Y fué Palabra de Iehoua à mi, diziendo.
El Señor se dirigió a mí, y me dijo
El Señor se dirigió a mí, y me dijo
El Señor me dirigió la palabra
Y vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo
El SEÑOR me dijo
El Señor me dirigió la palabra
Luego me vino otro mensaje del SEÑOR
Y vino a mí la palabra del SEÑOR
Luego recibí otro mensaje del SEÑOR
El SEÑOR me dirigió la palabra
La Palabra de YAVÉ vino a mí
Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo
La palabra del Señor vino a mí, y me dijo
Y fué á mí palabra de Jehová, diciendo
Dios también me dijo
Dios también me dijo
El versiculo Ezequiel, 28:20 de La Sagrada Biblia consiste en algo que es muy recomendable tener siempre presente con el fin de analizarlo y pensar sobre él.Tal vez deberíamos preguntarnos ¿Qué trataba de proponernos Nuestro Padre Todopoderoso con el versículo Ezequiel, 28:20? ¿En qué ocasiones de nuestra vida diaria seremos capaces de recurrir a lo que hemos llegado a saber gracias al versículo Ezequiel, 28:20 de La Biblia?
Discurrir y recapacitar en torno a lo que se refiere el versículo Ezequiel, 28:20 nos resulta fundamental para llegar a a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a aproximarnos más a Dios, por ese motivo es útil servirse del versículo Ezequiel, 28:20 todas las veces que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir de modo que podamos saber cómo proceder o para traer paz a nuestro espíritu.