Ezequiel, 28:3

¿Acaso eres más sabio que Danel? ¿Acaso ningún secreto te es desconocido?

He aquí que tú eres más sabio que Daniel; no hay secreto que te sea oculto

he aquí que tú eres más sabio que Daniel; no hay secreto que te sea oculto.

¿Eres tú acaso más sabio que Daniel? ¿Acaso no hay secreto que te sea oculto?

he aquí que tú eres más sabio que Daniel; no hay secreto que ellos te puedan ocultar

Heaqui que tu eres mas sabio que Daniel: nada ay oculto que à ti ſea oculto.

¿Acaso eres más sabio que Danel? ¿Acaso ningún secreto te es desconocido?

¡Te crees más sabio que Daniel, ningún enigma se te oculta!

He aquí, tú eres más sabio que Daniel; ningún secreto te es oculto.

¿Es que eres más sabio que Daniel? ¿No desconoces ningún secreto?

¡Te crees más sabio que Daniel, ningún enigma se te oculta!

Te crees más sabio que Daniel, y piensas que ningún secreto está escondido de ti.

Tú eres más sabio que Daniel; Ningún secreto te es oculto.

Te crees más sabio que Daniel y piensas que ningún secreto está oculto de ti.

¿Acaso eres más sabio que Daniel? ¿Acaso conoces todos los secretos?

ciertamente eres más sabio que Daniel, y ningún misterio te es oculto.

¡he aquí tú eres más sabio que Daniel, y no hay ningún misterio que te sea oculto!

Es verdad que tú eres más sabio que Daniel, y que para ti no hay nada secreto ni oculto.

He aquí que tú eres más sabio que Daniel; no hay secreto que te sea oculto

No eres más sabio que el profeta Daniel, ni conoces todos los secretos

El versiculo Ezequiel, 28:3 de La Biblia es algo que hay que tener en todo momento presente a fin de meditar acerca de él.Seguramente deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué quiso proponernos Dios con el versículo Ezequiel, 28:3? ¿Cuáles son los momentos de nuestra vida cotidiana en que podemos llevar a la práctica lo que hemos aprendido gracias al versículo Ezequiel, 28:3 de Las Sagradas Escrituras?

Meditar en torno a lo que se refiere el versículo Ezequiel, 28:3 nos supone una ayuda a ser mejores personas y a acercarnos más a Dios, esa es la cuestión por la cual es útil apoyarse en el versículo Ezequiel, 28:3 cada vez que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen para saber en qué forma acturar o para traer la serenidad a nuestras almas.