El Señor se dirigió a mí, y me dijo
Y fué á mí palabra de Jehová, diciendo
Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo
Vino a mí palabra de Jehová, diciendo
Y vino Palabra del SEÑOR a mí, diciendo
¶ Y fué Palabra de Iehoua à mi, diziendo.
El Señor se dirigió a mí, y me dijo
El Señor se dirigió a mí, y me dijo
El Señor me dirigió la palabra
Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo
Entonces el SEÑOR me dijo
El Señor me dirigió la palabra
Entonces me vino este mensaje de parte del SEÑOR
Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR
Luego recibí el siguiente mensaje del SEÑOR
Luego el SEÑOR me dirigió la palabra
Y la Palabra de YAVé vino a mí
Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo
Entonces la palabra del Señor vino a mí, y me dijo
Y fué á mí palabra de Jehová, diciendo
y me dijo
y me dijo
El versiculo Ezequiel, 33:23 de La Sagrada Biblia es algo que hay que tomar siempre en consideración para meditar en torno a él. ¿Qué pretendía manifestarnos Nuestro Padre que está en los Cielos con el versículo Ezequiel, 33:23? ¿Cuáles serán las coyunturas de nuestra vida diaria en que tenemos la oportunidad de hacer valer aquello que hemos llegado a saber gracias al versículo Ezequiel, 33:23 de La Biblia?
El hecho de reflexionar en torno a lo que se refiere el versículo Ezequiel, 33:23 nos resulta fundamental para llegar a a ser mejores personas y a aproximarnos más a Dios, por ese motivo es aconsejable servirse del versículo Ezequiel, 33:23 en todas aquellas ocasiones en que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir para saber cómo proceder o para traer el sosiego a nuestras almas.