porque oyó el toque de trompeta pero no hizo caso; es culpable de su muerte, porque, si hubiera hecho caso, habría salvado su vida.
El sonido de la corneta oyó, y no se apercibió; su sangre será sobre él: mas el que se apercibiere, librará su vida.
El sonido de la trompeta oyó, y no se apercibió; su sangre será sobre él; mas el que se apercibiere librará su vida.
El sonido de la trompeta oyó, pero no se preparó: su sangre será sobre él; pero el que se prepare, salvará su vida.
El sonido del shofar oyó, y no se apercibió; su sangre será sobre él; mas el que se apercibiere, librará su alma.
El ſon de la corneta oyó, y no ſe apercibió? ſu sangre ſerá ſobre el: mas el que ſe apercibiere, ſu vida escapó.
porque oyó el toque de trompeta pero no hizo caso; es culpable de su muerte, porque, si hubiera hecho caso, habría salvado su vida.
porque oyó el toque de trompeta pero no hizo caso; es culpable de su muerte, porque, si hubiera hecho caso, habría salvado su vida.
Como oyó el sonido del cuerno y no hizo caso, sólo él será responsable de su muerte; en cambio, el que haga caso, salvará su vida.
Oyó el sonido de la trompeta pero no se dio por advertido; su sangre recaerá sobre él. Pero si hubiera hecho caso, habría salvado su vida.
porque oyó el sonido de advertencia de la trompeta pero la ignoró, así que es su culpa.
Como oyó el sonido del cuerno y no hizo caso, solo él será responsable de su muerte; en cambio, el que haga caso, salvará su vida.
pues oyó la alarma pero no quiso escuchar; la culpa es suya. Si él hubiera prestado atención a la advertencia, habría salvado su vida.
Oyó el sonido de la trompeta pero no se dio por advertido; su sangre recaerá sobre él. Pero si hubiera hecho caso, habría salvado su vida.
Oyeron la alarma pero no le hicieron caso, así que la responsabilidad es de ellos. Si hubieran prestado atención a la advertencia, podrían haber salvado sus vidas.
Como escuchó el sonido de la trompeta, pero no le hizo caso, será responsable de su propia muerte, pues si hubiera estado atento se habría salvado.
Oyó el sonido de la trompeta, pero no se apercibió. Su sangre recaerá sobre él mismo. Pero si se hubiera apercibido habría librado su vida.
Él oyó el sonido de la corneta, pero no se dejó advertir, su sangre caerá sobre él. Pero si se hubiera dejado advertir, habría librado su vida.
Puesto que oyó el toque de la trompeta y no se previno, será el responsable de su muerte; por el contrario, el que se prevenga pondrá a salvo su vida.
El sonido de la corneta oyó, y no se apercibió; su sangre será sobre él: mas el que se apercibiere, librará su vida.
Si alguien escucha la trompeta, pero no le hace caso, y los enemigos lo matan, esa persona es culpable de su propia muerte. Si hubiera hecho caso de la advertencia, se habría salvado.
Si alguien escucha la trompeta, pero no le hace caso, y los enemigos lo matan, esa persona es culpable de su propia muerte. Si hubiera hecho caso de la advertencia, se habría salvado.
Deberíamos tener continuamente presente el versículo Ezequiel, 33:5 de los Textos Sagrados que componen la Biblia con el objetivo de meditar acerca de él.Probablemente sería adecuado preguntarse ¿Qué trataba de proponernos Dios, Creador del Cielo y de la Tierra con el versículo Ezequiel, 33:5? ¿Cuáles son los momentos de nuestro día a día en que podemos aplicar aquello que hemos aprendido gracias al versículo Ezequiel, 33:5 de la Santa Biblia?
Discurrir y recapacitar en torno a lo que se refiere el versículo Ezequiel, 33:5 nos resulta fundamental para llegar a a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a elevar nuestra alma hacia Dios, por eso es conveniente acudir al versículo Ezequiel, 33:5 en todas aquellas ocasiones en que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir de modo que podamos saber cómo actuar o para traer el sosiego a nuestros corazones y almas.