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Gálatas, 4:30

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Gálatas, 4:30

Pero ¿qué dice la Escritura? Pues dice: «Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque el hijo de la esclava no puede compartir la herencia con el hijo de la libre.»


Mas ¿qué dice la Escritura? Echa fuera á la sierva y á su hijo; porque no será heredero el hijo de la sierva con el hijo de la libre.


Mas ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque no heredará el hijo de la esclava con el hijo de la libre.


Pero ¿qué dice la Escritura?: «Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque no heredará el hijo de la esclava con el hijo de la libre.»


Mas ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la esclava y a su hijo; porque no será heredero el hijo de la esclava con el hijo de la libre.


Mas que dize la Escriptura? Echa à la criada y à ſu hijo, porque no ſerá heredero el hijo de la criada cõ el hijo de la libre.


Pero ¿qué dice la Escritura? Pues dice: «Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque el hijo de la esclava no puede compartir la herencia con el hijo de la libre.»


Pero ¿qué dice la Escritura? Pues dice: «Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque el hijo de la esclava no puede compartir la herencia con el hijo de la libre.»


Y ¿qué dice la Escritura?: Echa de casa a la esclava y a su hijo, porque el hijo de la esclava no ha de compartir la herencia con el hijo de la libre.


Pero, ¿qué dice la Escritura? ECHA FUERA A LA SIERVA Y A SU HIJO, PUES EL HIJO DE LA SIERVA NO SERá HEREDERO CON EL HIJO DE LA LIBRE.


¿Pero qué dice la Escritura? «Echa fuera a la mujer esclava con su hijo. El hijo de la mujer libre recibirá todo lo que tiene su padre. En cambio, el hijo de la mujer esclava no recibirá nada».


Y ¿qué dice la Escritura?: Echa de casa a la esclava y a su hijo, porque el hijo de la esclava no ha de compartir la herencia con el hijo de la libre.


Pero, ¿qué dicen las Escrituras?: «Echa fuera a la esclava y a su hijo, para que el hijo de la esclava no comparta la herencia del hijo de la libre».


Pero, ¿qué dice la Escritura? «ECHA FUERA A LA SIERVA Y A SU HIJO, PUES EL HIJO DE LA SIERVA NO SERá HEREDERO CON EL HIJO DE LA LIBRE».


¿Pero qué dicen las Escrituras al respecto? «Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque el hijo de la mujer esclava no compartirá la herencia del hijo de la mujer libre».


Pero ¿qué dice la Escritura? «¡Echa de aquí a la esclava y a su hijo! El hijo de la esclava jamás tendrá parte en la herencia con el hijo de la libre».


Pero ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque de ningún modo heredará el hijo de la esclava con el hijo de la libre.


Pero, ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la esclava y a su hijo; porque jamás será heredero el hijo de la esclava con el hijo de la libre.


Pero ¿qué dice la Escritura? «Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque el hijo de la esclava no heredará con el hijo de la libre.»


Mas ¿qué dice la Escritura? Echa fuera á la sierva y á su hijo; porque no será heredero el hijo de la sierva con el hijo de la libre.


Pero la Biblia nos cuenta que Dios le dijo a Abraham: «Echa de aquí a esa esclava y a su hijo; él no tiene derecho a compartir la herencia con tu hijo Isaac, que nació de una mujer libre.»


Pero la Biblia nos cuenta que Dios le dijo a Abraham: «Echa de aquí a esa esclava y a su hijo; él no tiene derecho a compartir la herencia con tu hijo Isaac, que nació de una mujer libre.»


El versiculo Gálatas, 4:30 de los Textos Sagrados que componen la Biblia consiste en algo que nos conviene tener constantemente presente con el objetivo de analizarlo y pensar acerca de él. ¿Qué trataba de manifestarnos Nuestro Padre que está en los Cielos con el versículo Gálatas, 4:30? ¿En qué momentos de nuestro día a día podemos hacer valer lo que hemos aprendido gracias al versículo Gálatas, 4:30 de La Sagrada Biblia?

Dedicar tiempo a la meditación acerca de el versículo Gálatas, 4:30 nos es de gran ayuda a ser mejores personas y a aproximarnos más a Dios, por ese motivo es bueno acudir al versículo Gálatas, 4:30 siempre que necesitemos una luz que nos guíe para saber cómo proceder o para traer la serenidad a nuestros corazones y almas.