e hicieron quedar ciegos a los hombres que estaban afuera. Todos, desde el más joven hasta el más viejo, quedaron ciegos. Y se cansaron de andar buscando la puerta.
Y á los hombres que estaban á la puerta de la casa desde el menor hasta el mayor, hirieron con ceguera; mas ellos se fatigaban por hallar la puerta.
Y a los hombres que estaban a la puerta de la casa hirieron con ceguera desde el menor hasta el mayor, de manera que se fatigaban buscando la puerta.
Y a los hombres que estaban a la puerta de la casa los hirieron con ceguera, desde el menor hasta el mayor, de manera que se fatigaban buscando la puerta.
Y a los varones que estaban a la puerta de la casa desde el menor hasta el mayor, hirieron con ceguera; mas ellos se fatigaban por hallar la puerta.
Y à los varones, que eſtauan à la puerta de la caſa, hirieron con ceguedades desde el pequeño haſta el grãde: mas ellos ſe fatigauan por hallar la puerta.
e hicieron quedar ciegos a los hombres que estaban afuera. Todos, desde el más joven hasta el más viejo, quedaron ciegos. Y se cansaron de andar buscando la puerta.
e hicieron quedar ciegos a los hombres que estaban afuera. Todos, desde el más joven hasta el más viejo, quedaron ciegos. Y se cansaron de andar buscando la puerta.
Y a toda aquella gente que estaba agolpada a la puerta de la casa dejaron ciega, desde el más joven al más anciano, de modo que no eran capaces de encontrar la puerta.
Y a los hombres que estaban a la entrada de la casa los hirieron con ceguera desde el menor hasta el mayor, de manera que se cansaban tratando de hallar la entrada.
Luego los ángeles hicieron que todos los hombres que estaban afuera, viejos y jóvenes, quedaran ciegos, para que así no pudieran encontrar la puerta.
y a toda aquella gente que estaba agolpada a la puerta de la casa dejaron ciega, desde el más joven al más anciano, de modo que no eran capaces de encontrar la puerta.
Después dejaron ciegos a los hombres que estaban allí —desde el más joven hasta el más viejo—, de modo que no pudieron encontrar la puerta.
Y a los hombres que estaban a la entrada de la casa los hirieron con ceguera desde el menor hasta el mayor, de manera que se cansaban tratando de hallar la entrada.
Luego dejaron ciegos a todos los hombres que estaban en la puerta de la casa, tanto jóvenes como mayores, los cuales abandonaron su intento de entrar.
Luego, a los jóvenes y ancianos que se agolparon contra la puerta de la casa los dejaron ciegos, de modo que ya no podían encontrar la puerta.
Y a los hombres que estaban en la entrada de la casa, desde el menor de ellos hasta el mayor, los hirieron con ceguera, de modo que se fatigaban por hallar la entrada.
Y a los hombres que estaban junto a la puerta de la casa, los hirieron con ceguera desde el menor hasta el mayor, de modo que se fatigaban por hallar la puerta.
y a los hombres que estaban a la entrada de la casa, desde el menor hasta el mayor, los hirieron con ceguera, y estos se cansaron de buscar la puerta.
Y á los hombres que estaban á la puerta de la casa desde el menor hasta el mayor, hirieron con ceguera; mas ellos se fatigaban por hallar la puerta.
Luego, a todos los que estaban afuera los dejaron ciegos para que no pudieran entrar.
Luego, a todos los que estaban afuera los dejaron ciegos para que no pudieran entrar.
El versiculo Génesis, 19:11 de La Sagrada Biblia es algo que deberíamos tomar constantemente en consideración con la finalidad de hacer una reflexión acerca de él. ¿Qué trataba de manifestarnos Dios Padre con el versículo Génesis, 19:11? ¿En qué coyunturas de nuestra vida cotidiana tenemos la oportunidad de hacer valer aquello que aprendemos gracias al versículo Génesis, 19:11 de La Biblia?
Discurrir y recapacitar en torno a lo que se refiere el versículo Génesis, 19:11 nos supone una ayuda a ser mejores personas y a aproximarnos más a Dios, por ese motivo es útil recurrir al versículo Génesis, 19:11 todas las veces que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen de modo que podamos saber cómo proceder o para traer el sosiego a nuestros corazones.