y les dijo: —Señores, por favor les ruego que acepten pasar la noche en la casa de su servidor. Allí podrán lavarse los pies, y mañana temprano seguirán su camino. Pero ellos dijeron: —No, gracias. Pa
Y dijo: Ahora, pues, mis señores, os ruego que vengáis á casa de vuestro siervo y os hospedéis, y lavaréis vuestros pies: y por la mañana os levantaréis, y seguiréis vuestro camino. Y ellos respondier
y dijo: Ahora, mis señores, os ruego que vengáis a casa de vuestro siervo y os hospedéis, y lavaréis vuestros pies; y por la mañana os levantaréis, y seguiréis vuestro camino. Y ellos respondieron: No
y les dijo: —Ahora, mis señores, os ruego que vengáis a casa de vuestro siervo para alojaros y lavar vuestros pies. Por la mañana os levantaréis y seguiréis vuestro camino. Ellos respondieron: —No, es
Y dijo: Ahora, pues, mis señores, os ruego que vengáis a casa de vuestro esclavo y os hospedéis, y lavaréis vuestros pies: y por la mañana os levantaréis, y seguiréis vuestro camino. Y ellos respondie
Y dixo, He aqui aora mis señores, ruego os que vengays à caſa de vuestro sieruo, y dormireys, y lauareys vuestros pies: y por la mañana os leuantareys, y yreys vuestro camino. Y ellos respondierõ, No,
y les dijo: —Señores, por favor les ruego que acepten pasar la noche en la casa de su servidor. Allí podrán lavarse los pies, y mañana temprano seguirán su camino. Pero ellos dijeron: —No, gracias. Pa
y les dijo: —Señores, por favor les ruego que acepten pasar la noche en la casa de su servidor. Allí podrán lavarse los pies, y mañana temprano seguirán su camino. Pero ellos dijeron: —No, gracias. Pa
les dijo: — Por favor, señores míos, vengan a casa de su siervo, para que pasen en ella la noche y se laven los pies. Mañana por la mañana podrán continuar su camino. Pero ellos respondieron: — No; pa
y dijo: He aquí ahora, señores míos, os ruego que entréis en la casa de vuestro siervo y paséis en ella la noche y lavéis vuestros pies; entonces os levantaréis temprano y continuaréis vuestro camino.
y les dijo: —Miren, señores, por favor acepten quedarse en la casa de su siervo, pasen aquí la noche y lávense los pies. Mañana pueden levantarse temprano y seguir su camino. Los ángeles respondieron:
les dijo: —Por favor, señores míos, vengan a casa de su siervo, para que pasen en ella la noche y se laven los pies. Mañana por la mañana podrán continuar su camino. Pero ellos respondieron: —No; pasa
y les dijo: ―Señores, vengan a mi casa para que se laven los pies y duerman. Mañana temprano podrán continuar el viaje. ―No, gracias —dijeron ellos—. Pasaremos la noche en la plaza.
y les dijo: «Señores míos, les ruego que entren en la casa de su siervo y pasen en ella la noche y laven sus pies. Entonces se levantarán temprano y continuarán su camino». «No», dijeron ellos, «sino
—Señores míos —dijo él—, vengan a mi casa para lavarse los pies, y sean mis huéspedes esta noche. Entonces mañana podrán levantarse temprano y seguir su camino. —Oh, no —respondieron ellos—. Pasaremos
Les dijo: —Por favor, señores, les ruego que pasen la noche en la casa de este servidor suyo. Allí podrán lavarse los pies, y mañana al amanecer seguirán su camino. —No, gracias —respondieron ellos—.
dijo: Oigan, mis ʼADóN, les ruego que se hospeden en casa de este esclavo, que pernocten y laven sus pies, y por la mañana se levanten y sigan su camino. Pero ellos contestaron: No, pasaremos la noche
Y les dijo: —He aquí, señores míos, vengan, por favor, a la casa de su siervo; pasen la noche y lávense sus pies. Por la mañana se levantarán temprano y seguirán su camino. Pero ellos respondieron: —N
y dijo: «Señores míos, les ruego que vengan a la casa de este siervo suyo y pasen allí la noche. Se lavarán los pies, y por la mañana podrán levantarse y seguir su camino.» Pero ellos respondieron: «N
Y dijo: Ahora, pues, mis señores, os ruego que vengáis á casa de vuestro siervo y os hospedéis, y lavaréis vuestros pies: y por la mañana os levantaréis, y seguiréis vuestro camino. Y ellos respondier
y les dijo: —Señores, estoy para servirles. Yo les ruego que vengan a mi casa. Allí podrán bañarse y pasar la noche; mañana podrán seguir su camino. Sin embargo, ellos le dijeron: —Se lo agradecemos,
y les dijo: —Señores, estoy para servirles. Yo les ruego que vengan a mi casa. Allí podrán bañarse y pasar la noche; mañana podrán seguir su camino. Sin embargo, ellos le dijeron: —Se lo agradecemos,
Es preciso tener en todo momento presente el versículo Génesis, 19:2 de La Sagrada Biblia con la finalidad de reflexionar acerca de él.Quizás sería acertado cuestionarse ¿Qué quiso proponernos Dios Nuestro Señor con el versículo Génesis, 19:2? ¿Cuáles serán las coyunturas de nuestra vida cotidiana en que podemos aplicar aquello que hemos aprendido gracias al versículo Génesis, 19:2 de la Santa Biblia?
Meditar acerca de el versículo Génesis, 19:2 nos resulta fundamental para llegar a a ser mejores personas y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, por esa razón es útil apoyarse en el versículo Génesis, 19:2 siempre que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir para saber qué pasos dar o para traer el sosiego a nuestros corazones y almas.