Un día, la hija mayor le dijo a la menor: —Nuestro padre ya está viejo, y no hay en toda esta región ningún hombre que se case con nosotras, tal como se acostumbra
Entonces la mayor dijo á la menor: Nuestro padre es viejo, y no queda varón en la tierra que entre á nosotras conforme á la costumbre de toda la tierra
Entonces la mayor dijo a la menor: Nuestro padre es viejo, y no queda varón en la tierra que entre a nosotras conforme a la costumbre de toda la tierra.
Entonces la mayor dijo a la menor: —Nuestro padre es viejo y no queda hombre en la tierra que se una a nosotras, conforme a la costumbre de toda la tierra.
Entonces la mayor dijo a la menor: Nuestro padre es viejo, y no queda varón en la tierra que entre a nosotras conforme a la costumbre de toda la tierra.
Entonces la mayor dixo à la menor, Nuestro padres es viejo, y no que da varõ enla tierra que entre à nosotras conforme à la costumbre de toda la tierra
Un día, la hija mayor le dijo a la menor: —Nuestro padre ya está viejo, y no hay en toda esta región ningún hombre que se case con nosotras, tal como se acostumbra
Un día, la hija mayor le dijo a la menor: —Nuestro padre ya está viejo, y no hay en toda esta región ningún hombre que se case con nosotras, tal como se acostumbra
Un día la hija mayor le dijo a la menor: — Nuestro padre se va haciendo viejo y no han quedado hombres por esta región con quien podamos unirnos, como se hace en todas partes.
Entonces la mayor dijo a la menor: Nuestro padre es viejo y no hay ningún hombre en el país que se llegue a nosotras según la costumbre de toda la tierra.
La hija mayor le dijo a la otra: —Nuestro papá está viejo, y aquí no hay un hombre que se case con nosotras como sería lo normal.
Un día la hija mayor le dijo a la menor: —Nuestro padre se va haciendo viejo y no han quedado hombres por esta región con quien podamos unirnos, como se hace en todas partes.
Un día, la hija mayor le dijo a su hermana: ―Ya nuestro padre está muy viejo y, además, no ha quedado hombre alguno en estos lugares con los que podamos casarnos, como es la costumbre.
Entonces la mayor dijo a la menor: «Nuestro padre es viejo y no hay ningún hombre en el país que se llegue a nosotras según la costumbre de toda la tierra.
Cierto día, la hija mayor le dijo a su hermana: «No quedan hombres en ningún lugar de esta región, así que no podemos casarnos como todas las demás; y nuestro padre pronto será demasiado viejo para te
Un día, la hija mayor le dijo a la menor: —Nuestro padre ya está viejo, y no quedan hombres en esta región para que se casen con nosotras, como es la costumbre de todo el mundo.
Dijo la primogénita a la más joven: Nuestro padre es anciano, y no hay en esta tierra ni un varón que se una a nosotras según la costumbre de toda la tierra.
Entonces la mayor dijo a la menor: —Nuestro padre es viejo, y no queda ningún hombre en la tierra que se una a nosotras, como es la costumbre en toda la tierra.
Y la hija mayor le dijo a la menor: «Nuestro padre es un anciano, y ya no hay en la tierra ningún hombre que se allegue a nosotras, como es la costumbre de toda la tierra.
Entonces la mayor dijo á la menor: Nuestro padre es viejo, y no queda varón en la tierra que entre á nosotras conforme á la costumbre de toda la tierra
Un día, la hija mayor le dijo a su hermana menor: «Nuestro padre ya está muy anciano, y no hay por aquí ningún hombre con el que podamos casarnos para tener hijos.
Un día, la hija mayor le dijo a su hermana menor: «Nuestro padre ya está muy anciano, y no hay por aquí ningún hombre con el que podamos casarnos para tener hijos.
El versiculo Génesis, 19:31 de La Sagrada Biblia consiste en algo que es muy recomendable tomar continuamente en consideración con la finalidad de meditar acerca de él.Probablemente deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué pretendía proponernos Dios Padre con el versículo Génesis, 19:31? ¿En qué momentos de nuestra vida cotidiana tenemos la oportunidad de hacer valer aquello que hemos llegado a saber gracias al versículo Génesis, 19:31 de La Sagrada Biblia?
Dedicar tiempo a la meditación en relación con el versículo Génesis, 19:31 nos supone una ayuda a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a aproximarnos más a Dios, por ese motivo es aconsejable servirse del versículo Génesis, 19:31 todas y cada una de las veces que necesitemos una luz que nos guíe de modo que podamos saber cómo proceder o para traer paz a nuestros corazones y almas.