luego la saludó con un beso, y comenzó a llorar.
Y Jacob besó á Rachêl, y alzó su voz, y lloró.
Y Jacob besó a Raquel, y alzó su voz y lloró.
Luego Jacob besó a Raquel, alzó la voz y lloró.
Y Jacob besó a Raquel, y alzó su voz, y lloró.
Y Iacob besó à Rachel, y alço ſu boz, y lloró.
luego la saludó con un beso, y comenzó a llorar.
luego la saludó con un beso, y comenzó a llorar.
Luego saludó a Raquel con un beso y rompió a llorar.
Entonces Jacob besó a Raquel, y alzó su voz y lloró.
Luego le dio un beso a Raquel y se puso a llorar.
Luego saludó a Raquel con un beso y rompió a llorar.
Luego Jacob besó a Raquel y se echó a llorar.
Entonces Jacob besó a Raquel, y alzó su voz y lloró.
Luego Jacob besó a Raquel y lloró en voz alta.
Luego besó a Raquel, rompió en llanto
Después Jacob besó a Raquel, alzó su voz y lloró.
Jacob besó a Raquel, y alzando su voz lloró.
luego besó a Raquel, y sin más se echó a llorar.
Y Jacob besó á Rachêl, y alzó su voz, y lloró.
Entonces Jacob quitó la piedra del pozo, y les dio agua a las ovejas; luego besó a Raquel y se echó a llorar. Después le dijo que eran primos, porque Labán era hermano de Rebeca. Al oír esto, Raquel s
Entonces Jacob quitó la piedra del pozo, y les dio agua a las ovejas; luego besó a Raquel y se echó a llorar. Después le dijo que eran primos, porque Labán era hermano de Rebeca. Al oír esto, Raquel s
Debemos tener continuamente presente el versículo Génesis, 29:11 de La Santa Biblia con el objetivo de reflexionar en torno a él.Probablemente sería adecuado preguntarse ¿Qué pretendía manifestarnos el Señor con el versículo Génesis, 29:11? ¿En qué momentos de nuestro día a día podemos aplicar aquello que hemos llegado a saber gracias al versículo Génesis, 29:11 de La Sagrada Biblia?
Hacer un análisis profundo sobre el versículo Génesis, 29:11 nos ayuda a ser mejores personas y a aproximarnos más a Dios, por esa cuestión es bueno acudir al versículo Génesis, 29:11 siempre que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir para saber cómo proceder o para traer la serenidad a nuestro espíritu.